Lo que conocemos por ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line), de la familia de la tecnología DSL, es un servicio de acceso a Internet de alta velocidad, que utiliza las líneas de teléfono de cobre existentes para enviar y recibir datos a velocidades que exceden ampliamente a los modem convencionales. Los modem más rápidos están tasados a 56 kilobits por segundo, aunque suelen operar por debajo de este número. Por término medio, ADSL permite flujos de datos a velocidades de ente 1.5 y 8 megabits por segundo, dependiendo de la localización en la que estemos.
ADSL utiliza líneas telefónicas estándar para transmitir flujos tanto de subida como de bajada, en una frecuencia digital, lo que hace que estos flujos sean apartados de las señales analógicas de los teléfonos y los faxes. Al operar la señal ADSL en una frecuencia diferente, el teléfono puede operar de una manera normal, incluso cuando se navega por Internet. El único requerimiento que se necesita es un filtro DSL en cada uno de los teléfonos, para eliminar interferencias provocadas por el servicio ADSL.
Cuando alguien se refiere al servicio ADSL como algo asimétrico, ser refiere a que los datos de bajada, o dicho de otra manera, los datos que llegan a tu ordenador desde Internet, viaja más rápido que los datos que van de tu ordenador a la red o Internet. Estos promedios de subida de datos son más lentos porque se supone que los requerimientos de páginas Web tienen cadenas de datos más pequeñas y no requieren tanto ancho de banda.
Sin embargo, algunos usuarios, sobre todo si se trata de negocios y compañías, pueden requerir un mayor promedio de datos de subida para transferir archivos de gran tamaño a Internet. Para esto existen otras tecnologías, también de la familia DSL, como por ejemplo SDSL (Symmetric Digital Subscriber Line), donde ambos flujos viajan a la misma velocidad en ambas direcciones, dependiendo también del sitio en el que estemos. El servicio SDSL requiere una línea telefónica dedicada porque, a diferencia de ADSL, los servicios de teléfonos y fax no pueden compartir una línea con SDSL.
ADSL requiere contratar un servicio con una ISP (Internet service provider) y un modem o router ADSL. El modem o router normalmente se entrega de manera gratuita al contratar el servicio, aunque podemos utilizar el dispositivo que queramos para realizar la conexión si conocemos la configuración correcta. Los precios dependen del país en el que nos encontremos, variando de forma considerable de un sitio a otro. Lo normal es contratar una tarifa plana y pagar una cuota mensual a través de las múltiples operadoras existentes.
El servicio ADSL está siempre “conectado”, lo cual significa que mientras tu ordenador esté encendido, estarás automáticamente conectado a Internet a no ser que manualmente lo desconectes vía software o hardware. Por otro lado, un servicio ADSL puede ser compartido en una casa por todos los miembros en distintos ordenadores, bajo el mismo servicio contratado.
Una cosa que hay que tener en cuenta, es que el servicio ADSL no está disponible para todos. Cuando vas a contratar el servicio, la ISP u operadora, te informará su el servicio es viable en la zona donde vives. Para ciertos sectores urbanos y otros rurales, la tecnología ADSL todavía no está disponible, aunque se está expandiendo día tras día.