Si tienes varis ordenadores en casa, poner en marcha una red es una gran idea. Hay varias ventajas cuando creamos una red en casa con varios ordenadores, como por ejemplo, si uno de los ordenadores tienen una impresora conectada, entonces los otros ordenadores pueden imprimir cosas sobre la red. Si un ordenador en la red tiene ciertos archivos muy importantes, desde otro ordenador se puede acceder a ellos por la red en lugar de tener que copiarlos en alguna plataforma externa, como un CD, DVD o una memoria USB.
Otra de las grandes ventajas es si eres aficionado a los videojuegos. Esto es debido a la funcionalidad de multijugador que traen los juegos de ordenador, donde dos o más personas pueden jugar juntos sobre la red que has puesto en funcionamiento. Si te conectas a Internet con algunos de los ordenadores, los otros ordenadores pueden usar esa misma conexión sobre la red. Por lo tanto, un ordenador puede acceder Internet por medio de un router ADSL, y los otros ordenadores pueden enrutar su tráfico de Internet por esa única conexión.
Montar este tipo de redes caseras se ha hecho más fácil y mucho más barato con el tiempo, pero todavía puede suponer algo problemático si no se ha hecho antes. Una forma simple de hacer esto es instalar tarjetas de red en los ordenadores que tienes en casa, si acaso no vienen de fábrica, que es como suelen venir hoy en día la mayoría de los PCs. Esta tipo de tarjetas son baratas y tienen un mecanismo muy simple, y vienen con los controladores necesarios para que el ordenador las reconozca.
Si no tienes cables de red, es un buen momento para comprar unos cuantos. Los hay de diferentes longitudes y tampoco cuestan mucho, Por último, también nos compraremos un Hub para conectar físicamente las máquinas todas juntas. Una vez que lo tengas todo instalado, las dos máquinas (o las que tengas en casa) deberían ser capaces de hablar entre si.
Este simple red conectada mediante tarjetas de red, un Hub y cables, tiene dos grandes ventajas: la red será muy rápida – podrá ser de hasta 1000 Mbps y con un mínimo de 10 Mbps en el peor de los casos. La otra ventaja es su bajo coste a cambio de una red casera súper rápida. Las únicas desventajas que se pueden encontrar, es que si hay que instalar las tarjetas de red en algún ordenador más antiguo que no la lleva incorporada, hay que abrir la caja del PC, lo cual puede ser algo intimidatorio para algunas personas.
Otra cosa que puede echar a la gente para atrás, es que hay que extender cables por la casa. Si los ordenadores están en la misma habitación no hay problema, pero si están repartidos en varios sitios, puede ser un problema. Por este motivo, mucha gente prefiere crear su red por medio de soluciones inalámbricas y crear una red WiFi en casa.
Hay otras soluciones también si no queremos llenar la casa de cables y es con una red que utilice el propio cableado de teléfono que tienes en casa. Esto no causa interferencias cuando se usa el teléfono para llamadas normales – el teléfono y la red de ordenadores comparte el mismo cable telefónico. También se puede obtener una versión de los sistemas Intel que usa puertos USB, por lo que la instalación debería ser muy fácil.
Poder utilizar el cableado telefónico es una gran ventaja, ya que solo hay que conectar los PCs en las rosetas de teléfono y ya comunicarán los ordenadores. También se tiene que comprar un Hub. Para la versión USB puede resultar algo caro, y las velocidades son menores. Sin embargo, la instalación puede llevar menos de media hora.
Una vez que se instala la red física, el sistema operativo del ordenador hace que la conexión entre ordenadores sea bastante simple. Hay software adicional que nos puede ayudar a que esta vecindad entre equipos sea más completa, aunque solo debería bastar el OS que tiene el ordenador, independientemente de que sea Windows, Linux o MacOS.