Hubo un tiempo cuando las necesidades de la información que manejábamos eran mucho más simples. Teníamos programas de televisión en nuestras casas a unas horas determinadas y con unos pocos canales. Los documentos eran escritos en papeles con copias si hacía falta. Las llamadas telefónicas se hacían desde teléfonos fijos, y hasta los teléfonos móviles solo eran usados para hacer llamadas. Sin embargo, desde los comienzos de Internet, la banda ancha, los teléfonos inteligentes y otras tecnologías, estamos continuamente conectados a la red y necesitamos cada vez más datos transferidos de un lado a otro.
Mientras que los documentos en papel siguen existiendo, manejamos cada vez más cosas que antes eran exclusivamente realizadas con papel, como el correo electrónico, las páginas Web, documentos digitales, etc. Todas estas cosas se pueden ver en la pantalla de nuestro ordenador, y son al fin y al cabo un montón de datos.
Incluso los libros de toda la vida se están convirtiendo en imágenes en nuestros ordenadores o dispositivos móviles. El intercambio de datos por la red es algo que ya se requiere en cualquier negocio y organización. Incluso cosas que fueron analógicas, como las llamadas convencionales, ya son convertidas a un formato digital.
Con toda esta gigantesca demanda de información digital, se dio la necesidad de tener un equipamiento de red y ordenadores unificados que pudiera manejar todas las peticiones y dar el servicio sin problemas. De esta manera comenzaron a establecerse los data center o CPD.
Un CPD es simplemente un lugar centralizado donde equipamiento de red y procesamiento se agrupan para recolectar, almacenar, distribuir y permitir acceso a grandes cantidades de datos. Han existido de una forma u otra desde que se crearon los ordenadores. En los tiempos de los ordenadores que ocupaban habitaciones enteras, un centro de datos de este tipo podía tener solo un súper ordenador. Según el equipamiento se hacía más pequeño y económico y las necesidades de procesamiento se hacían mayores, se empezaron a juntar servidores para aumentar la potencia.
Se empezaron a conectar múltiples servidores a redes para que la gente pudiera acceder a la información de forma remota. Grandes cantidades de estos servidores agrupados pueden colocarse en una sala o en varias salas de uno o varios edificios. Hoy en día un CPD suele tener cientos o miles de servidores funcionando las 24 horas del día, junto a otros equipamientos de red, como pueden ser switches, firewalls, routers, balanceadores, etc.
Debido a la alta concentración de servidores, los cuales suelen estar instalados en fila mediante unos armarios llamados Racks, algunas veces los datacenter se suelen llamar granjas de servidores. Proveen de importantes tareas como es el almacenamiento de datos, backup y recuperación de datos, gestión de información y manejo de la red. Estos centros pueden hacer casi todo lo que forma Internet, como tener sitios Web, servidores de correo, mensajería, aplicaciones, programas para hacer transacciones, juegos online, comunidades de gente online, y muchas cosas más.
Prácticamente cualquier corporación, compañía y organización del tipo que sea, necesita su CPD o el acceso al CPD de otras compañías. Algunas tienen el suficiente dinero para tener un centro de datos propio, otros contratan espacio e infraestructura de otras corporaciones, y otros usan servicios públicos basados en la nube mediante empresas grandes como Google o Microsoft (las cuales tienen sus propios CPD).
Los Data Center de gran tamaño empezaron a aparecer a finales de los años noventa, coincidiendo con el importante incremento de Internet entre compañías, universidades y luego personas individuales. Los CPD de las compañías más grandes estás esparcidas por todo el planeta para dar constante servicio a sus necesidades.
En la siguiente parte del artículo veremos como se forman estos CPD y en qué consisten. Haz clic en el enlace para verlo:
Formación y diseño de un centro de datos