Instalar el procesador es un proceso bastante simple. En poco mas de 20 minutos puedes tenerlo hecho. Echemos primero un vistazo de cómo de los objetos con los que trabajaremos.
Todas las CPUs se instalan prácticamente de la misma forma, ya sean Intel, AMD, Pentium o Athlon. Todo lo que cambia es la colocación de los chips y sus sujeciones.
Antes de empezar, es mejor instalar el procesador en la placa base antes de colocarla en la carcasa. Si lo que vas a hacer es cambiar una CPU en un ordenador ya montado, no te molestes en retirar la placa base. En todo caso, por comodidad, puedes quitar temporalmente la fuente de alimentación para manejarte de forma mas espaciosa.
Comienzo de la instalación:
La base o zócalo, solo permitirá colocar la CPU de una manera, es decir, solo tiene una posición. Levanta la palanca que puedes ver en la foto superior y asegúrate de posicionar la CPU correctamente. No fuerces la CPU en el zócalo. Déjalo posarse suavemente y presiona hasta que encaje. A continuación bloquea la CPU bajando la palanca.
El siguiente paso es colocar el disipador:
Los disipadores vienen en varios modelos y formas. No te será difícil elegir uno Standard o que simplemente que se adapte a tus necesidades.
Ahora tendrás que colocar con cuidado el disipador. En la parte de abajo podrás ver que hay una especie de grasa o silicona. No debe tocar la placa. El disipador tiene su posición correspondiente y encajará perfectamente. Dependiendo del tipo de disipador, llevará algún tipo de sujeción como una brida o enganche para fijarlo al propio zócalo.
Tomate tu tiempo y asegúrate de ponerlo todo de forma correcta. El procedimiento de instalación es muy obvio y te darás cuenta rápidamente si estás haciendo algo mal.