Los delitos informáticos son algo que está entre nosotros ya hace tiempo y se están convirtiendo en parte de nuestras vidas diarias dada su frecuencia y crecimiento. La definición de lo que significa el término delito informático se hace incluso más complejo según se descubren nuevos métodos de engañar, robar información, acceder a cuentas ajenas y en definitiva, hacer todas esas cosas ilegales que solemos ver en los informativos cada cierto tiempo.
De la misma manera que tienes que tener cuidado cuando vas dando un paseo por el centro de tu ciudad o cuando echamos el cerrojo por la noche en casa, hay que tener cuidado cuando navegamos por Internet con nuestro ordenador, ya que puede ser una puerta por la que pueden entrar personas no deseadas.
Los tipos de delitos informáticos varían mucho y pueden ser o muy complejos o bastante sencillos. Entre los más simples que podemos ver en la red, está mandar correos falsos pensados solamente para asustar a la gente o provocar una reacción. Otro de estos métodos es usar ilegalmente el ordenador de alguien sin su consentimiento o hacerse pasar por otra persona en foros o redes sociales.
Esto es bastante común y difícil de controlar, aunque hay formas de prevenir esto. Otra forma de delito informático bastante extendida es el uso de programas de spyware para recolectar información de la gente. De todos modos, se puede decir que estos procedimientos son los “menos” dañinos que podemos encontrar comparado con los siguientes que se comentan.
Hay delitos informáticos más complejos y graves, los cuales también están extendidos y suponen un verdadero problema para todo tipo de organizaciones o incluso a nivel gubernamental. Algunos ejemplos son esos correos que ofrecen grandes cantidades de dinero de algún país con problemas, lo cual es una clara estafa que increíblemente sigue atrapando incautos y consiguiendo su dinero.
Las redes piramidales o ciertas estructuras de inversión son otro de los problemas generalizados en Internet (y en la vida real también) que sigue apareciendo y con lo que debemos tener cuidado.
Uno de los más extendidos es hacerse pasar por otras personas usando sus tarjetas de crédito o información bancaria, lo cual es bastante más común de lo que creemos. Esto lo podemos ver por la cantidad de veces que ocurre y que podemos ver en los medios informativos de televisión. Continuamente se están inventando nuevos métodos para este tipo de fraude, y por ello la policía debe también mejorar sus técnicas de detección. Es una lucha continua que parece que no va a acabar nunca. El problema con Internet es que es global, y este delito informático puede hacerse desde cualquier punto del planeta.
La propagación de virus informáticos es uno de los más temidos debido a los daños que puede causar de forma general en muchos aspectos. Es considerado uno de los peligrosos y por tanto los castigos suelen ser ejemplares, sobre todo en países como Estados Unidos. Por supuesto, otro delito que todos ya conocemos es el de los derechos de autor, donde hay mucha controversia entre diferentes grupos defendiendo por un lado el copyright de diferentes productos, y otros grupos aduciendo la libertad en la red. Este tema es muy complejo y es mejor dejarlo para otro artículo (o varios artículos dada la extensión del tema).
Hay diferentes frentes legales en los delitos informáticos, especialmente cuando son dañinos en varios aspectos físicos o financieros. Hay muchas leyes que hacen la distinción entre una persona que realiza estos delitos con conocimiento de causa y alguien que lo hace accidentalmente. Por ejemplo, pasar un correo electrónico que contiene un virus a otras personas suele ser algo que no se hace adrede. De hecho esta propagación se suele hacer sin que los usuarios lo sepan, y cuando lo descubren, puede ser demasiado tarde. Sin embargo, si se descubre que lo ha hecho intencionadamente y en repetidas ocasiones, este será perseguido y castigado.
De todos modos, lo mejor es prevenir y no caer en la trampa de los delitos informáticos que existen en la actualidad. Como medida de prevención se pueden hacer varias cosas, como son las siguientes:
• No des información personal a nadie o a compañías de las que nunca hayas oído antes. Esto incluye tu nombre completo, dirección, DNI, teléfono, número de tarjetas de crédito, etc.
• No hagas caso a los anuncios en Internet para hacerse rico rápidamente. Si suena demasiado bien para ser verdad, es que probablemente no lo sea.
• No abras archivos adjuntos en correos electrónicos de gente que no conozcas. Y aun así, hay que tener precaución. Ten instalado en tu equipo un buen antivirus.
• Intenta no tener contraseñas guardadas en tu ordenador, y si lo haces, tenlos guardados en archivos protegidos con una contraseña. Haz que las contraseñas que usas sean complejas y no una simple palabra o fecha.