Continuando con nuestro artículo sobre e-learning, veremos la psicología que hay detrás de esta tecnología. Primero hay que ver que es lo que ocurre la mente de una persona cuando está aprendiendo. Lo primero, aprender requiere tener atención. Una formación efectiva necesita mantener una concentración. Por desgracia, los sistemas neuronales en el cerebro que controlan la atención y almacenan información, se cansan enseguida (algunas veces incluso minutos).
Necesitan descansar cada cinco minutos más o menos, o de lo contrario se pueden hacer menos receptivas. La parte buena es que se recuperan bastante rápido, pero la formación tiene que trabajar con este patrón de aburrimiento y cansancio para que pueda aprender de forma eficiente.
La formación que está organizada para moverse de un estado a otro, provee del modelo de aprendizaje más efectivo. Los patrones de estos estados neuronales responden mejor manejando diferentes tipos de información y usando diferentes áreas del cerebro. Por ejemplo, una estrategia que suele ser muy usadas es usar tres elementos: el primero es escuchar un factor, el segundo relacionar un concepto a ese factor, y por último visualizar las dos cosas juntas.
Estos sistemas están interrelacionadas y trabajan juntas para crear la memoria. La meta es formar una memoria en cada sistema neuronal. La información diseñada en una manera que se mueva entre sistemas neuronales, crea una formación mejor.
Aparte de lo comentado sobre los sistemas neuronales, la formación debería incorporar otros elementos, como son la interacción, imaginación y algunos datos externos adicionales. El sistema de e-learning puede incorporar muchos elementos que hacen que sea divertido aprender nuevo material, un nuevo proceso o un nuevo programa.
Hacer la formación más divertida o interesante, hace más efectivo el proceso. Por supuesto, no todo tipo de formación puede convertirse en una educación virtual, pero muchas se pueden conseguir con excelentes resultados. Hay varias claves para conseguir una educación virtual de éxito.
Una de las claves es variar el tipo de contenido. Las imágenes, sonidos y trabajos de texto trabajan juntos para construir memoria en nuestro cerebro, y el resultado es una mejor retención del material. Crear una interacción que llama la atención, es otra clave. Los juegos, concursos, preguntas o incluso la manipulación de cosas en nuestra pantalla, crea un interés que al final se convierte en retención.
Proporcionar datos externos cuando se necesita es importante para entender mejor un material de estudio. Cuanto más inmediato sea la información externa, es mejor porque se extiende la información de lo que se está aprendiendo.
Una interacción entre profesores y estudiantes virtuales, es también una cosa que consigue la meta final con éxito. Salas virtuales de chat, foros, mensajería instantánea, correo electrónico y otras tecnologías, ofrecen esa interacción que se necesita y que sustituye efectivamente las clases reales que podemos encontrar en un colegio o universidad. Poner en marcha una comunidad online consigue maravillas con todo tipo de cursos de formación. Para conseguir todo esto, hay herramientas muy simples que nos pueden dar animaciones, video y otros medios. Algunas de ellas son CGI, archivos Flash o Shockwave, ventanas popup con cuestionarios, efectos de ordenador, etc.
La educación virtual permite hacer un curso a nuestro ritmo. Esto ayuda a evitar información faltante en situaciones donde no puedes asistir al curso o no entiendes ciertas partes de lo que estás aprendiendo. Las ventajas sobre las clases tradicionales de asistencia física, son por supuesto la flexibilidad y el ahorro en gastos en cuestión de desplazamiento y tiempo. La educación virtual es más económica de organizar, se puede hacer en cualquier sitio donde haya una conexión a Internet y la comodidad que ofrece la hace ideal para cualquier persona, por muy ocupada que esté.