Hace algunos años, los científicos del la organización europea de investigación nuclear descubrieron algo revolucionario. Pusieron un grupo de neutrinos lanzados desde un acelerador de partículas viajando a una velocidad endiablada. Los neutrinos llegaron a su destino que estaba a una distancia de 720 kilómetros, unas fracciones de nanosegundos más pronto de lo que debería. Puede que no parezca mucho, pero en este caso es realmente impresionante – los neutrinos tendrían que haber estado viajando a la velocidad de la luz.
¿Sabes que viaja más rápido que la luz? Nada, o al menos eso se pensaba hasta ese momento. Esto ha sido la creencia desde que apareció la teoría de la relatividad.
Si estos neutrinos pueden viajar más rápido que la luz, la teoría de la relatividad podría quedar algo desfasada, y habría que volver a examinar algunas leyes de la física. Los científicos desvelaron sus descubrimientos y animaron a la comunidad científica que verificara, probara o desmintiera los resultados.
En Febrero del 2012 se dieron cuenta lo que había ido mal: el sistema GPS usado para medir la velocidad de las partículas no estaba funcionando del todo bien. Una fibra óptica que estaba suelta causó el error de medida. Aun así, se hizo una investigación para saber si realmente había otra explicación a lo que se había encontrado.
En el experimento, los neutrinos acelerados a la velocidad de la luz, fueron disparados desde Génova a un detector que había en un laboratorio a los 720 kilómetros comentados antes. Según el proyecto que se podía leer en sus páginas Web, la meta era detectar la aparición de cierto tipo de neutrinos de la oscilación producida. Cuando las partículas aceleradas parecieron ir más rápido que la luz, el proyecto recibió una atención mediática y de todos los medios especializados.
Muchos científicos eran escépticos sobre este tema. Después de todo, si los neutrinos estaban realmente viajando más rápido que la luz, el principio teórico de la física no sería fiable. En un anuncio de prensa de la CERN, se estuvieron varios meses haciendo pruebas y verificando el instrumental utilizado para encontrar algún problema, pero no se encontró nada.
Usando sistemas GPS y relojes atómicos, el proyecto podía determinar la velocidad de los neutrinos con bastante precisión. Por supuesto, la comunidad científica decidió realizar sus propias pruebas. Más adelante, el propio CERN anunció que dos elementos de su sistema podían haber causado las lecturas equivocadas. En este caso, la fibra óptica que no estaba bien ajustada.