Te habrás preguntado en alguna ocasión cual es el ordenador más rápido del mundo en el momento actual, y en qué se está utilizando. Pues a fecha de hoy vas a conocer la respuesta. Hablamos del MDGrape-3, el cual ha conseguido romper la barrera petaflop – la cual es una medida de velocidad de procesamiento y que se puede expresar como mil trillones de operaciones por segundo – haciéndolo tres veces más rápido que el BlueGene/L, de IBM.
Lo que hace el MDGrape-3, es determinar el efecto de cualquier compuesto químico en el intrincado sistema del cuerpo humano en solo unos segundos. Por ello, esta máquina está diseñada para la investigación farmacéutica, especialmente para la simulación dinámica molecular.
Cuando se están diseñando nuevos fármacos, se debe analizar miles de compuestos para saber exactamente como afectarán a las proteínas que componen nuestra estructura. El MDGrape-3 realiza simulaciones de estas interacciones moleculares, haciendo en pocos segundos, lo que otros ordenadores tardan horas o días.
Técnicamente hablando, el MDGrape-3 es un sistema de computación paralelo el cual consiste de dos secciones principales: una unidad de servidor primario y una unidad central especializada. Este último componente es un cluster de 201 procesadores funcionando con chips propietarios desarrollados por Riken (empresa de I+D), especialmente para este ordenador.
El conjunto de procesadores es el que se encarga de hacer el trabajo pesado. Cada chip tiene una velocidad de proceso máximo de 230 gigaflops, que viene a ser un billón de operaciones por segundo. El servidor primario gestiona el cluster.
Está máquina costó unos 9 millones de dólares se construyó en unos cuatro años aproximadamente. Se puede decir que es bastante eficiente ya que la cantidad total se puede partir por 15 dólares por gigaflop. Su antecesor BlueGene/L costaba 140 dólares por gigaflop.
La BlueGene/L, la cual funciona a 360 teraflops, es también una máquina pensada específicamente para la bio-tecnología. Los avances en estos áreas, muestran como se sigue apostando por la inversión de la tecnología en los nuevos sistemas biológicos. Algunos piensan que esta apuesta de la tecnología comenzó con el éxito obtenido al mapear el genoma humano en el 2000.
Independientemente de lo que ha activado esta carrera bio-tecnológica, muchos expertos están de acuerdo en que la meta definitiva de estos avances, será una nueva medicina basada en el análisis del ADN. En algunas décadas, podremos concertar una cita con nuestro doctor para un chequeo de nuestro ADN para ver que riesgo tenemos para ciertas enfermedades, y una prevención eficaz.
Con ordenadores como el MDGrape-3 tendremos este tipo de información casi al momento.