Decir que la evolución de los ordenadores es algo meteórico no es realmente algo bien dicho. Consideremos la ley de Moore, una observación que Gordon Moore hizo hacer unos años e los años sesenta. Moore notó que el número de transistores que podían caber en un chip de silicona se doblaba todos los años más o menos. Este acelerado progreso se ralentizó con el paso de los años a un modesto ciclo de 24 meses.
El conocimiento de cómo evoluciona la tecnología de los ordenadores está en la conciencia del público en general. Quién no ha escuchado el comentario alguna vez de comprar un ordenador en una tienda, solo para descubrir que ya está obsoleta al cabo de un par de meses. Esto ya no es así por supuesto, pero ¿Qué futuro le espera a los ordenadores y a toda esta tecnología en general.
Asumiendo que los fabricantes de microprocesadores pueden continuar teniendo al día la ley de Moore, la potencia de procesamiento se debería doblar cada dos años aproximadamente, Eso significa que dentro de 100 años a partir de ahora, los ordenadores deberían ser unas 33.500 veces más potentes que los modelos actuales, y esto es difícil de imaginar.
De todos modos, incluso el propio Moore sería cauto al asumir que su ley duraría tanto tiempo. En el año 2005, Gordon Moore dijo que según los transistores llegan a una escala atómica, podemos encontrarnos barreras fundamentales que no podremos cruzar. En ese punto, no seremos capaces de integrar más transistores en la misma cantidad de espacio.
Puede que podamos rodear la barrera construyendo chips con un procesador más grande con más transistores. Sin embargo, los transistores generan calor, y un procesador caliente puede hacer que un ordenador falle. Los ordenadores con procesadores rápidos necesitan un sistema de refrigerado eficiente para evitar el sobrecalentamiento. Cuanto más grande sea el chip del procesador, más calor generará el equipo cuando se trabaje a toda velocidad.
Otra táctica es conmutar a una arquitectura del núcleo múltiple (multi-core). Un procesador multi-core dedica parte de su potencia de procesamiento para cada uno de sus núcleos. Son buenos manejando cálculos y operaciones que pueden ser partidos en componentes más pequeños. Sin embargo, no son tan buenos manejando grande problemas de cómputo que no se pueden dividir.
Los ordenadores del futuro puede que deleguen en un modelo completamente diferente comparado con las máquinas tradicionales. ¿Qué pasaría si abandonamos el procesador basado en los antiguos transistores?
La tecnología de fibra óptica ya empezó hace tiempo a revolucionar el mundo de las redes de ordenadores y a todos los equipos asociados. Las líneas de datos de la fibra óptica pueden llevar información a una velocidad increíble y no son vulnerables a las interferencias electromagnéticas, como le pasa a los cables más convencionales. ¿Qué pasaría si se pudiera construir un ordenador que usa luz para transmitir información en lugar de electricidad?
Un beneficio es que un sistema óptico o fotónico podría generar menos calor que el tradicional transistor procesador electrónico. Esos datos se podrían transmitir también a una velocidad más alta. Sin embargo, los ingenieros todavía que desarrollar un transistor óptico que se pueda fabricar en grandes cantidades. Científicos ubicados en Suiza, pudieron construir un transistor óptico del tamaño de una molécula.
Pero para hacer el sistema efectivo, los científicos tuvieron que enfriar la molécula a menos 270 grados centígrados. Eso es solo un poco más caliente que la temperatura que hay en el espacio. Eso no es demasiado práctico para un uso comercial. Los transistores fotónicos podrían formar parte de una computadora quántica. ¿Qué es esto?
A diferencia de los ordenadores tradicionales, los cuales usan dígitos binarios o bits para realizar operaciones, los ordenadores quánticos usan bits quánticos o qubits. Como posiblemente ya sabes, un bit es un 0 o un 1 (o algo en medio) al mismo tiempo. El conmutador está apagado o encendido y todo lo que hay por medio. Un ordenador quántico que funcione, debería poder resolver grandes problemas que pueden ser divididos en problemas más pequeños, más rápido de lo que lo hacen los ordenadores tradicionales.
Sin embargo, este tipo de computadoras son por naturaleza inestables. Si el estado quántico del ordenador está desestabilizado, la máquina podría volver a la potencia de un ordenador tradicional. Al igual que el transmisor óptico creado en Suiza, los ordenadores quánticos se mantienen a bajas temperaturas para preserva su estado.
Puede que el futuro de los ordenadores esté dentro de nosotros. Grupos de científicos informáticos están trabajando en desarrollar ordenadores que usan ADN para procesar información. La combinación de la ciencia computerizada y la biología podría llevarnos a la próxima generación de ordenadores.
Un ordenador ADN podría tener varias ventajas sobre las maquinas tradicionales. Por ejemplo, el ADN es un recurso barato y en grandes cantidades. Si descubrimos una manera de convertir el ADN en una herramienta de proceso de datos, podría revolucionar el campo de la informática.
En la próxima y última parte del artículo. Veremos otra modalidad de los posibles ordenadores del futuro, que permitiría que todas las aplicaciones de un ordenador pudieran venir con nosotros a todos lados. Haz clic en el botón para verlo: