Fuente de alimentacion PC

Si empiezas a sospechar que la fuente de alimentación de tu PC está dando problemas, puedes considerar reemplazarla. Hay dos ocasiones principales donde la gente considera tomas esta alternativa.

Normalmente, si se va a realizar una actualización general del sistema, y en particular si se va a instalar una CPU más potente, se puede considerar cambiar la fuente de alimentación por una más potente. Pongamos por ejemplo que tienes preparado un procesador de rango medio, tarjeta gráfica aceleradora, grabadores DVD, otros componentes de PC integrados en tu sistema, los cuales dependen de una fuente de alimentación de 350 Vatios de potencia.

La actualización a un sistema mas rápido y potente puede ser demasiado para esta fuente de alimentación. Poner una de 450 Vatios sería lo más adecuado, especialmente si tenemos pensado hacer cambios y mejoras en el futuro, como por ejemplo instalar una tarjeta gráfica o de sonido de última generación.

Hay que recordar que los procesadores de hoy en día, por si mismos, necesitan un alto consumo independientemente de los demás elementos instalados en el ordenador. Algo parecido ocurre con las tarjetas gráficas, las cuales utilizan buena parte de los Vatios proporcionados de la fuente. Por esto mismo, necesitas más energía disponible de los que tu ordenador realmente necesita.

TTe podrías preguntar si demasiada potencia podría quemar algo. No funciona de esa manera. Si tu ordenador requiere 300 Vatios de una fuente de alimentación de 450, eso será lo que usará. Los 150 Vatios restantes simplemente estarán disponibles por si se necesitan.

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La otra circunstancia en la que la gente decide cambiar la fuente de alimentación, es cuando empieza a mostrar síntomas problemáticos o simplemente deja de funcionar. Esto suele ocurrir sin avisar. Puede pasar al pulsar el botón de encendido o en medio de una sesión de trabajo con el ordenador.

Un fallo que puede resultar fatal, es si el ventilador de la fuente de alimentación deja de funcionar. Si ya de por si la fuente se calienta bastante, perdiendo el ventilador puede provocar una subida de temperatura peligrosa, la cual puede incluso dañar a la CPU.

Si notas que el ventilador deja de funcionar, salva inmediatamente tus datos y apaga el ordenador. Si te das cuenta pronto, la cosa se puede quedar en un susto. Solo tendrás que cambiar la fuente de alimentación.

Nunca intentes cambiar el ventilador tu mismo, o abrir la fuente de alimentación para intentar repararla. Tírala y cambia toda la unidad por completo. Hay condensadores en el interior los cuales se mantienen cargados durante algún tiempo, y si lo manipulamos, nos puede dar una buena descarga eléctrica.

Al cambiar la fuente de alimentación nos encontraremos con un montón de cables los cuales nos pueden parecer complicados de conectar. La ventaja es que estos conectores pueden intercambiarse entre los diferentes dispositivos, y funcionará de la misma manera. Son compatibles con cualquier elemento, disco duro, DVD, etc. El conector que va insertado a la placa base es único y no hay posibilidad de equivocarse.

El proceso es simple. Desconecta el ordenador de la toma eléctrica y  abre la caja o carcasa del ordenador. A continuación desconecta todos los cables que salen de la fuente de alimentación. Retira los cuatro tornillos que sujetan la fuente dañada, retírala e inserta en su lugar la nueva fuente. Una vez atornillada, conecta de nuevo los cables. A continuación podrás cerrar la caja y encender de nuevo el ordenador. Así de simple y de fácil.

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