Dejando un poco de lado el mundo de los ordenadores en este artículo, vamos a hablar de un hardware que realmente es sorprendente y que nos lanzó a una nueva era de las comunicaciones (como lo hicieron los ordenadores e Internet más tarde). Aunque sea algo que ya damos por hecho, el teléfono que tienes en casa es uno de los dispositivos más increíbles que se han creado nunca.
Si quieres hablar con alguien, todo lo que tienes que hacer es coger el auricular y marcar unos cuantos dígitos. De forma inmediata se te conecta con la persona a la que llamas y se puede tener una conversación de una forma clara y nítida. La red de teléfonos se extiende a nivel mundial, por lo que se puede hablar con prácticamente cualquiera esté donde esté. Si comparamos esto a como estábamos hace más de cien años (donde podía llevar días o semanas para recibir una mensaje escrito), te puedes dar cuenta de lo increíble que es el teléfono.
De forma sorprendente, un teléfono es uno de los dispositivos más simples de los que tienes en casa. Es tan simple porque la conexión telefónica a tu casa no ha cambiado en casi cien años. Si tuvieras un teléfono antiguo de hace 50 años, se podría conectar a la toma de casa y funcionaría perfectamente.
Por tanto, merece la pena dedicar un artículo a este interesante dispositivo, aunque nos salgamos de nuestra temática habitual de informática y redes de ordenadores. Por tanto, ¿Cómo consigue un teléfono conectarnos con gente en cualquier parte del mundo? ¿Cómo funcionan las redes de telefonía? Lo primero es ver que hay dentro de un teléfono estándar.
Un teléfono simple realmente no tiene gran cosa en su interior. Realmente contiene tres partes que son importantes para realizar su objetivo, que son: Un conmutador para conectar y desconectar el teléfono de la red (se suele activar cuando levantas el auricular del aparato). Un altavoz, que suele ser un pequeño dispositivo de ocho ohmios, y finalmente un micrófono. En el pasado, los micrófonos de teléfono han sido tan simples como unos gránulos comprimidos entre dos finas láminas de metal.
Las ondas de sonido de la voz comprimen y descomprime los gránulos, cambiando su resistencia y modulando el flujo de la corriente a través del micrófono.
Un teléfono simple de estas características y muchos de los que hay actualmente, siguen reconociendo la pulsación de tono. Esto quiere decir que pulsando rápidamente el conmutador de tono que hay cuando levantamos el auricular, puede reconocer números. Si por ejemplo pulsas el conmutador cuatro veces, la compañía telefónica entenderá que has marcado un cuatro. De todos modos, en un teléfono simple como el descrito, podemos llevar a escuchar nuestra voz a través del altavoz.
Esto es bastante molesto, por lo que los teléfonos suelen llevar una bobina doble o algo equivalente, para poder bloquear el sonido de la voz propia.
Un teléfono moderno incluye varias cosas más, como varios tonos de llamada, un generado de sonidos en el marcador y un generador de frecuencia. En los teléfonos de ahora hay un micrófono electrónico, un amplificador y un circuito para reemplazar los micrófonos de gránulos de carbón y la bobina. Aun así, sigue siendo uno de los dispositivos más simples que hay.
En la siguiente y última parte del artículo veremos de una forma simple, como es la red de telefonía que nos permite hacer llamadas. Haz clic en el botón para verlo: