Para terminar con nuestro artículo sobre los ordenadores personales y su funcionamiento, veremos algunos de los futuros ordenadores que están o estarán disponibles en algunos años, o incluso menos tiempo. Los microprocesadores de silicona han sido el corazón del mundo de la computación por más de cuarenta años.
En los años sesenta, el fundador de Intel Gordon Moore ya predijo que los microprocesadores doblarían su complejidad cada dos años. Desde entonces, el número de dispositivos electrónicos con microprocesadores se ha doblado cada 16 meses, y esta predicción se ha dado a conocer como la ley de Moore. Muchos han dicho que esta ley pronto llegará a su final por las limitaciones físicas en los microprocesadores de silicona.
El proceso actual para poder empaquetar más transistores en un chip se llama litografía ultravioleta profunda, que es una técnica parecida a la fotográfica que centra luz a través de lentes para formar patrones de circuitos en superficies de silicona. Mientras que nuevas técnicas de fabricación han extendido la vida de este proceso, en no mucho tiempo se tendrán que usar nuevas técnicas para poder seguir el ciclo de la ley de Moore.
Muchos ya se han fijado en una técnica llamada litografía ultravioleta extrema como un método de extender la vida de la silicona al menos hasta final de la década. Se usan espejos en lugar de lentes para enfocar la luz, lo cual permite la luz con ondas de longitud más cortas poder enfocar en la silicona de una manera más precisa.

Aparte de esto, los investigadores han estado buscando alternativas al diseño tradicional de los microprocesadores. Algunas de estas tecnologías emergentes son los ordenadores ADN y los quánticos. Los ordenadores ADN tienen el potencial para llevar la computación a nuevos niveles donde la ley de Moore termina. Hay un cierto número de ventajas al usar ADN en lugar de silicona, como por ejemplo que mientras organismos celulares existentes, habrá un suministro de ADN. Al haber un gran suministro de este tipo, lo hace una fuente de recursos barata.
Al contrario de los microprocesadores convencionales, los cuales están hecho de materiales tóxicos, los chips de ADN pueden ser bastante limpios. Por último, los ordenadores ADN son mucho más pequeños que los ordenadores de hoy.
De todos modos, la clave de las ventajas de este modelo de ordenadores, es sin duda el tamaño que pueden tener los equipos. Mientras que se puede reducir el tamaño de un ordenador, se puede al mismo tiempo incrementar su capacidad de almacenamiento. Medio kilogramo de ADN tiene la capacidad de almacenar más información que todos los ordenadores que se han construido hasta el momento.
La potencia de computación de un ordenador ADN utilizando puertas lógicas, será mucho más potente que el súper ordenador más potente que existe ahora mismo. Estamos hablando de moléculas de ADN que se pueden incorporar en cualquier sitio si apenas ocupar espacio, y al mismo tiempo dar un asombroso potencial de computación.
A diferencia de los ordenadores convencionales, los ordenadores de ADN pueden realizar cálculos de forma simultánea. Los ordenadores que todos conocemos operan de un modo lineal, realizando las tareas una a una. La computación paralela permitirá al ADN resolver complejos problemas matemáticos en solo unas horas – problemas que llevaría a los ordenadores electrónicos cientos de años en poder completar.
Por otro lado, los ordenadores de hoy trabajan al manipular bits que existen en uno o dos estados, que son ceros y unos. Los ordenadores quánticos no están limitados estos dos estados. Pueden codificar información como bits quánticos o qubits. Esta medida puede ser un cero o un uno, o puede existir en una superposición que es 1 y 0 simultáneamente o algo entremedias. Los qubits representan átomos que están trabajando juntos para hacer de memoria de ordenador y microprocesador.
Al poder tener varios estados a la vez, tiene el potencial de ser millones de veces más potentes que un ordenador convencional. La cantidad de qubits será ajustable, por lo que se podrá hacer el ordenador lo potente que queramos, lo cual supera ampliamente a cualquier computadora que conozcamos hoy en día.
Como curiosidad en los futuros ordenadores que ya podemos ver y veremos en no mucho tiempo, tenemos otro modelo que podemos llevar encima… si, has leído correctamente… llevar literalmente el ordenador encima. Ya conocemos los ordenadores portátiles, los teléfonos inteligentes, y los asistentes digitales personales (PDA), los cuales podemos llevar a cualquier parte. Los siguientes pasos son los ordenadores que podemos llevar directamente añadidos a nuestro cuerpo en forma de ropa o joyería.

Nuestros archivos, datos e información vendrán con nosotros a cualquier parte, dándonos constante información de nuestro entorno y manteniéndonos conectados a otros sistemas externos. Sistemas de software de reconocimiento de voz y escritura, nos permitirá comunicarnos con otros ordenadores sin tener que usar un ratón o teclado. Otras innovaciones como el RAM magnético, pronto proveerá a nuestro ordenador con una accesibilidad instantánea a nuestra televisión o radio.
Una cosa es totalmente cierta: El ordenador tal como lo conocemos evolucionará como siempre lo ha hecho. Será más rápido y tendrá más capacidad, y por supuesto continuará siendo una parte integral de nuestras vidas.