Seguro que has visto alguna vez en el cine o televisión, una película donde se muestra la utilización de hologramas. Una de las escenas más cercanas que nos puede venir a la mente, es la película “La guerra de las galaxias” donde se muestra una pequeña imagen holográfica proyectándose en una superficie para transmitir un mensaje. Hoy en día, están desarrollando una nueva tecnología de comunicaciones que permitirá a las personas interactuar dentro de un entorno simulado, incluso si hay miles de kilómetros de distancia.
Muchos de los componentes básicos para este tipo de red ya existen para permitir el desarrollo de lo que llamamos tele-inmersión. Este término es usado en la comunidad científica para responder a esta nueva tecnología.
Combinando cámaras y la telefonía en Internet, la videoconferencia nos ha traído el intercambio en tiempo real de más información que nunca, sin tener que traer físicamente a cada persona a una habitación común. La tele-inmersión lleva la videoconferencia al siguiente nivel. Creará un entorno central y simulado que permitirá a todo el mundo juntarse en una habitación virtual, y nadie tendrá que abandonar su localización física para hacerlo.
Expectativas de la tele-inmersión
En la oficina del futuro, ya no se llamará a la gente por teléfono. Se le ordenará a nuestro ordenador llamar a una persona en particular. A continuación, una de las paredes de la oficina vibrará, y la persona a la que hemos llamado aparecerá sentada en frente de nosotros. Al otro lado, estará pasando exactamente lo mismo, experimentando el mismo tipo de conexión. Esa es la idea detrás de la tele-inmersión: traer a dos o más personas dentro de un escenario simulado común. Los viajes de negocio se harán prácticamente innecesarios.
Este tipo de comunicación nos llevará a los límites de la videoconferencia. Si has usado una Webcam alguna vez, habrás notado que esta comunicación por Internet no es la más perfecta del mundo. La imagen está cercana al tiempo real, pero hay retrasos que provocan algunos saltos en la conversación.
Lo que también puede ocurrir, es que la persona se levante de su sitio y no lo podamos ver por nuestra pantalla. Con tele-inmersión la persona no podrá salirse de la pantalla. De hecho, se podrá dar vueltas a la habitación y seguir viendo la imagen desde distintos ángulos, como si se mirará por una ventana.
Los entornos holográficos serán generados por ordenadores con velocidades de computación miles de veces más rápido que un ordenador convencional. Existen varios pasos para construir un entorno holográfico:
- El ordenador reconoce la presencia y movimientos de las personas y los objetos.
- Las imágenes quedan registradas por el ordenador.
- El ordenador proyecta las imágenes en una superficie diseñada para tal fin.
Existen diversos grupos trabajando juntos en el NTII (National Tele-immersion Initiative) para crear estos mundos virtuales que nos hagan unirnos sin movernos del sitio. En Mayo de 2000, investigadores en la universidad de Carolina del Norte y Pennsylvania, consiguieron un importante objetivo desarrollando esta tecnología. Un usuario sentado en una oficina de Carolina del Norte, fue capaz de ver imágenes en tres dimensiones de sus colegas a cientos de kilómetros, en Filadelfia y Nueva York.
Puede que la tele-inmersión suene a realidad virtual, pero existen diferencias entre ambas tecnologías. La realidad virtual te permite moverte en un entorno 3-D generado por ordenador, pero la tele-inmersión solo puede crear un entorno 3-D que puedes ver – no se puede interactuar con el. El siguiente paso es fundir la realidad virtual y la tele-inmersión para que los usuarios puedan alterar las escenas que estén viendo.
Las aplicaciones para los entornos con holografías de esta tecnología son ilimitadas. Imagínate un video juego libre de joysticks, donde te haces directamente participante del juego, interactuando con otros jugadores. En vez de viajar miles de kilómetros cada cierto tiempo para ver a algún familiar que está lejos, simplemente les puedes llamar y reunirse con ellos en una sala virtual… todas las veces que quieras.
Con el desarrollo de esta tecnología, se prevé que incluso se pueda tocar a las demás personas, por medio de sensores tan reales como el propio contacto físico. Las posibilidades en la educación serán impresionantes, pudiendo dar cursos y formación a distancia y en entornos casi reales.
Construyendo un entorno holográfico
Las primeras versiones de los prototipos de tele-inmersión requerían que los usuarios se pusieran unas gafas especiales y dispositivo en la cabeza que seguía los puntos de mira que los usuarios hacían a la pantalla. En el otro lado, las personas que aparecen como imágenes 3-D, son registradas con un grupo de siete video cámaras, mientras que otras dos video cámaras capturan formatos de luz proyectados en cada habitación para calcular distancias.
Esto habilita la correcta visualización de la profundidad en la pantalla. De esta manera, si la persona que observa el holograma gira la cabeza a la izquierda, puede ver las imágenes que vería si realmente estuviera en esa habitación.
Las imágenes en la pantalla son divididas y polarizadas para crear una imagen distinta para cada ojo. Las gafas especiales combinan esas imágenes para que el cerebro reconozca solo una imagen 3-D. Funciona de un modo similar a las viejas gafas 3-D utilizadas en las películas.
El futuro de los entornos con hologramas
Como se ha comentado, todavía queda mucho por hacer y mejorar para ver la tele-inmersión en nuestra vida diaria. Los científicos están desarrollando nuevas tecnologías que puedan soportar este tipo de comunicación, que incluye:
- Internet 2 – Esto reemplazará poco a poco la actual infraestructura de Internet. Esta nueva red tendrá un ancho de banda y velocidad mil veces mayor que el Internet que conocemos hoy. Estos incrementos en las funciones de la red son necesarias para transferir las grandes cantidades de datos que la tele-inmersión produce.
- Pantallas especiales – Son llamadas superficies estereo inmersivas y deben reproducir con total nitidez las imágenes que le son enviadas desde el lugar remoto.
- Sensores hápticos – Esto es lo que permitirá a las personas tocar a las proyecciones como si fueran reales.
- Ordenadores especializados – Estos ordenadores realizarán los millones de cálculos que se necesitarán para crear un entorno holográfico. Otra posibilidad podría ser una red de ordenadores compartiendo sus recursos.
La tele-inmersión hará difícil de definir las imágenes reales con las generadas por ordenador. Obviamente cambiará el mundo de las comunicaciones y los viajes en todo el planeta. Estando todavía en una etapa muy temprana, las posibilidades seguirán apareciendo según evolucione. Sin embargo, los años que quedan para verlo en nuestros hogares y oficinas todavía no está demasiado claro. Habrá que seguir esperando.