La historia del hombre contra la máquina ha sido popular desde la revolución industrial. Los humanos solemos mostrar nuestro orgullo por la inteligencia que tenemos sobre otras especies. Gran parte de esta inteligencia ha sido dedicada a diseñar dispositivos para realizar nuestras tareas de una manera más fácil y eficiente. En el proceso, hemos hecho surgir más preguntas sobre si las máquinas son superiores a los hombres en algunos aspectos.
No hay dudas de que los ordenadores son capaces de hacer millones de complejísimos cálculos en una fracción de segundo, lo cual nos llevaría a nosotros una eternidad. Los ordenadores pueden almacenar y acceder a más información en un disco duro de lo que puedes encontrar en toda una biblioteca. Desde una perspectiva de números, los ordenadores están en la parte más alta de la cadena.
El desafío para los programadores de ordenadores es resolver juegos como si fueran problemas matemáticos. Esto conlleva determinar la manera perfecta de jugar en un juego y que no haya errores en la parte del ordenador. Con algunos juegos, siempre ganarás si eres el primer jugador en hacer un movimiento y juegas de forma perfecta. Con otros juegos, puede que no ganes nunca pero empates bastante.
El tiempo el esfuerzo que lleva para resolver un juego depende de la propia complejidad del juego. Los ingenieros informáticos han resuelto algunos juegos pero otros siguen resistiéndose. Veremos a continuación algunas partidas que se han realizado entre el hombre y la máquina, lo cual ilustra como la ciencia de ordenadores ha avanzado en las últimas décadas.
El backgammon es un juego de estrategia y opciones. El resultado de tirar un dado puede convertir una derrota prácticamente clara, en una victoria. Esto es lo que pasó entre Luigi Villa, que era el campeón del mundo del momento, al enfrentarse a un programa informático a finales de los setenta.
Era la primera vez que un programa de ordenador vencía a un campeón humano en un juego de mesa. El análisis de las partidas mostró como Villa era mejor jugador pero el programa informático tuvo suerte con los dados. Sin embargo, en los años noventa podemos encontrar uno de los desafíos más conocidos entre un ser humano y una máquina: La partida de ajedrez entre Kasparov y la máquina Deep Blue.
Kasparov ya había jugado contra programas de ordenador en el pasado, siendo uno de los momentos cumbre cuando compitió contra más de 30 ordenador a la vez en los años ochenta. En esa ocasión, consiguió vencerlas a todas, y lo consiguió de nuevo en los noventa contra Deep blue.
La competición consistía en seis juegos. El programa ganó el primer juego y Kasparov ganó el segundo. Los siguientes dos quedaron en empate y al final Kasparov ganó el quinto y el sexto. Un años después se volvió a organizar una revancha, pero con una versión de Deep Blue mucho más potente. En esta ocasión Kasparov ganó la primera y el programa la segunda.
Las tres siguientes quedaron en tablas y la partida final la ganó el programa. Deep Blue se convirtió así en el primer ordenador en vencer a un campeón mundial de ajedrez. Se pidió una revancha final, pero el proyecto Deep Blue fue retirado. Desde entonces, los ordenadores que juegan al ajedrez han sido más competentes, y hay programas muchos más potentes que Deep Blue.
Sea como sea, la victoria de este software sobre Kasparov marcó un punto importante en la inteligencia artificial. El creador explicó que el programa no se basaba en una base de datos con movimientos. En lugar de eso, analizaba la posición de las piezas en el tablero y valoraba los riesgos o beneficios de mover cada pieza antes de tomar una decisión.