La integridad de datos, también llamada consistencia de datos, es el proceso de mantener toda la información de una manera uniforme según va moviéndose por una red y entre varias aplicaciones de ordenador. Suele haber tres tipos catalogados en este sistema, que son consistencia de tiempo, transacción y de aplicación.
Asegurar que un ordenador dentro de una red tiene estos tres elementos cubre la mejor manera de que los datos no se pierdan o queden corruptos según viaja por todo el sistema informático. Si no se utiliza un sistema de integridad de datos, no hay garantía de que una información en la red pase de un sitio a otro de una manera fiable.
La consistencia de tiempo se encarga de asegurar que todos los elementos de un sistema son uniformes en un momento determinado. Este previene de pérdida de datos durante un fallo del sistema, apagados de sistema no controlados y otros problemas que puedan surgir en una red.
Funciona haciendo referencia a ciertas partes de los datos en el sistema por medio de etiquetas y otros marcadores de consistencia, permitiendo que el sistema sea restaurado en un momento dado con cada “trozo” de los datos como estaba originalmente. Si esta consistencia en el tiempo, no habría garantía de que toda la información se pudiera restaurar en caso de desastre.
Cuando hablamos de transacción, nos referimos a la integridad de los datos en una transferencia dentro del ordenador. Por ejemplo, imaginemos un programa que guarda la información de una compañía y sus empleados. En un momento dado se podría hacer una petición para cierta información de dichos usuarios.
En este punto, todo el programa se basaría en la base de datos original que se mantiene integra en la memoria del programa. Si los resultados reales son que hay 2000 empleados y el sistema alerta de que hay 500, el ordenador no tiene consistencia de transacción. Sin esto, los datos que nos da un programa pueden no ser fiables.
Por último, cuando se habla de aplicación nos referimos a una transferencia integra entre programas. Esto es simplemente que la información que se mueve entre programas seguirá siempre en su estado original. Sin este sistema de aplicación, los mismos problemas surgirán como en el caso anterior. No habrá manera de decir si un valor que se ha insertado en el sistema es realmente correcto con el tiempo.
La ventaja principal de aplicar estas tres funciones es mantener la integridad de la información almacenada en un ordenador a en una red de ordenadores. Sin estos tres tipos de integridad de datos trabajando a la vez, no se podría decir si los datos almacenados en un ordenador hoy serán los mismos en casos de que haya una caída del sistema o cualquier problema que pudiera surgir.
Esta es la razón de que mantener la consistencia de los datos en una de las metas principales en cualquier programa informático que está basado en datos.