La inteligencia artificial es sin duda uno de los aspectos más interesantes y que más preguntas suscitan en el entorno de la robótica. Es ciertamente también la que más controversia tiene: Todo el mundo está de acuerdo que un robot puede trabajar en una línea de montaje, pero no hay un acuerdo en que un robot pueda ser inteligente tal como nosotros comprendemos este término.
Como el propio término “robot”, la inteligencia artificial es difícil de definir. Se podría decir que podría ser la recreación del proceso pensamiento humano – una máquina hecha por humanos con habilidades intelectuales parecidas. Esto incluiría la habilidad de aprender prácticamente cualquier cosa, la habilidad de razonar, la habilidad de usar el lenguaje y la habilidad de formular ideas originales.
Los expertos en robótica no están ni mucho menos cerca de conseguir llegar a este nivel de inteligencia artificial robótica, pero han hecho muchos progresos con secciones más limitadas de esta tecnología. Hoy en día, las máquinas con IA pueden replicar algunos elementos de la habilidad intelectual.
Los ordenadores pueden solucionar problemas en ciertos entornos con algunas limitaciones. La idea básica de la IA resolviendo problemas es muy simple, aunque su ejecución es bastante complicada. Lo primero, un robot con inteligencia artificial y ordenador recoge datos sobre una situación por medio de sensores o información humana.
El ordenador compara esta información a unos datos que tiene almacenados y decide lo que esa información significa. El ordenador entonces “piensa” en varias acciones posibles y predice cual de las acciones sería la mejor basándose en la información conseguida. Por supuesto, el ordenador solo puede solucionar problemas que tiene previamente programados – no tiene una habilidad analítica generalizada. Un ejemplo de este tipo de máquinas es un ordenador de ajedrez.
Algunos robots modernos también tiene la habilidad de aprender con una capacidad limitada. Los robots que son capaces de aprender reconocen si una cierta acción (por ejemplo mover las piernas de una manera concreta) consigue un resultado deseado (sortear un obstáculo). El robot almacena información e intenta realizar una acción correctamente la siguiente vez que se encuentra en la misma situación. De nuevo, los ordenadores modernos solo pueden hacer esto en situaciones muy limitadas.
No pueden absorber la información tal como lo haría un humano. Algunos robots pueden aprender imitando las acciones humanas. En Japón, ingenieros en robótica han conseguido enseñar a un robot a bailar mostrándoles los movimientos que tienen que hacer.
Algunos robots pueden interactuar socialmente. Este es el caso del robot Kismet, el cual es capaz de reconocer el lenguaje corporal humano y cambios de tono de voz, y responder adecuadamente a estos mensajes externos. Los creadores de esta máquina están interesados en como las personas y los bebés interactúan, basándose en el tono del habla y los estímulos visuales.
Esta leve interacción podría ser la fundación de un sistema de aprendizaje para este tipo de robots. Este robot como otros en el laboratorio de inteligencia artificial M.I.T. usan estructuras de control no convencionales. En lugar de dirigir todas las acciones usando un ordenador central, los robots controlan acciones de bajo nivel con ordenadores también de bajo nivel. Se piensa que este modelo es más preciso y parecido a la inteligencia humana.
El verdadero desafío de la inteligencia artificial robótica es entender como funciona la inteligencia natural. Desarrollar la IA no es como construir un corazón artificial – los científicos no tienen un modelo concreto para basarse y trabajar. Lo que sabemos es que el cerebro tiene billones de neuronas y que pensamos y aprendemos al establecer conexiones eléctricas entre diferentes neuronas.
Pero no sabemos exactamente como todas estas conexiones nos hacen razonar o incluso realizar ciertas acciones muy simples. Por supuesto, las conexiones que nos hacen realizar tareas muy complejas son incomprensibles. Por este motivo, la investigación de la inteligencia artificial es muy teórica. Los científicos hacen hipótesis de cómo aprendemos y pensamos, y experimentan con sus ideas usando robots.