Una mujer ciega se sienta en una silla sosteniendo una video cámara enfocada a un científico que está sentado frente a ella. Tiene un dispositivo en su boca que está tocando su lengua, y hay unos cables que van a la video cámara. La mujer ha estado ciega desde su nacimiento y no sabe realmente como es una pelota de goma, pero el científico está sosteniendo una en su mano. El científico hace rodar la pelota frente a la mujer, la cual de repente la para con una mano.
La mujer ciega ha visto la pelota a través de su lengua. Lo cierto es que no es exactamente por medio de su lengua, pero el dispositivo en su boca envía señales visuales de entrada a la lengua, de la misma manera que otras personas reciben estas señales por los ojos. En ambos casos, el mecanismo de entrada sensorial de inicio – la lengua o los ojos – envía los datos visuales al cerebro, donde la información es procesada e interpretada con imágenes.
De lo que estamos hablando es de la estimulación electro táctil para la sustitución sensorial. Es un área de estudio que usa corrientes eléctricas codificadas para representar información sensorial – información que una persona puede recibir a través de una canal tradicional – y aplicar esa corriente a la piel, la cual envía la información al cerebro. El cerebro entonces aprende e interpreta esa información sensorial como si se estuviera enviando por lo canales pensados para ello. En las décadas de los sesenta y setenta, esto se estuvo estudiando en varias universidades. Hoy en día el estudio es realizado por la compañía Wica BrainPort.
Muchos de nosotros estamos ya familiarizados con este tipo de aumento o sustitución de alguna manera. Las gafas que utilizamos son un ejemplo típico de aumento sensorial. El lenguaje de escritura que utilizan los ciegos es otro ejemplo de sustitución sensorial – en este caso usando el sentido del tacto para recoger información normalmente pensado para otro sentido, que es la visión. La estimulación electro táctil es un método de alta tecnología para recibir una información similar, y con resultados sorprendentes. Está basado en la idea de que el cerebro puede interpretar información sensorial incluso si no es entregada por los canales naturales.
Los múltiples canales que transportan información sensorial al cerebro, desde los ojos, oídos y piel por ejemplo, están preparados para realizar actividades similares. Toda la información sensorial enviada al cerebro es llevada por las extensiones nerviosas en forma de patrones de impulsos, y estos impulsos acaban en distintas partes del cerebro para su interpretación. Para sustituir un canal de entrada, se tiene que codificar correctamente las señales nerviosas para el hecho que está pasando, y enviarlo al cerebro por el canal alternativo. El cerebro parece ser flexible cuando se trata de interpretar entradas sensoriales. Se puede entrenar para leer estas entradas, como por ejemplo el canal de tacto, como una información visual.
Ahora que sabemos la teoría básica de cómo funciona esta tecnología, ¿Cómo es exactamente el procedimiento para ponerlo en práctica? Haz clic en el botón para ver la siguiente parte del artículo: