Encontrar y disfrutar de una conexión a Internet más o menos decente mientras que se está residiendo en un área rural algo apartado, puede ser una pesadilla en algunos casos. Esto puede ser peor si no hay disponibles las típicas conexiones DSL que solemos usar en otras partes. Sin embargo, la falta instalaciones para este tipo de conexiones no significa que tengas que vivir sin ningún tipo de acceso a Internet. Hay otras opciones que se pueden investigar que te permitirá navegar por la red y hacer la mayoría de las cosas que un usuario de ADSL puede hacer.
Lo primero que tenemos que ver es si en el área en el que vivimos hay una central de teléfonos o presencia de alguna compañía telefónica. Si es así, hay posibilidades de que se pueda tener un acceso a Internet por medio de marcado (a través de un modem). Lo que haremos es visitar las oficinas de la compañía y comentarles lo que queremos y ver como podemos hacer este acceso a la red.
Hay que tener en cuenta que estos acceso por marcado son lentos comparados con otras conexiones de banda ancha, pero puede ofrecer de una buena conexión para visitar páginas Web y redes sociales.
Los pasos que se suelen dar son sencillos. Básicamente ten tendrás que suscribir a una línea telefónica y al servicio de acceso por marcado. Normalmente la tarifa es mensual por esta suscripción. Dependiendo de la compañía, el acceso a Internet puede tener una cantidad fija o variable según el tiempo que estemos conectados.
Cualquier que sea el caso, es una posible opción si estamos en un área rural. Si vivimos alejados del pueblo más cercano y no llega la línea telefónica, esta opción es más complicada. (Llevar la línea a tu casa puede ser más difícil).
Si la posibilidad de la línea telefónica no es tan viable, el cielo abierto podría ser nuestra solución. La conexión de Internet por satélite es algo que podemos tener en cuenta. De hecho, esta opción puede conectar nuestro ordenador a unas buenas velocidades. Este tipo de conexiones se realiza por medio de satélites estratégicamente localizados que redirigen los datos a terminales que están en tierra conectados a Internet. Esta forma de acceder a Internet es algo más cara que las demás, pero es una buena solución para los que realmente quieran Internet en una zona remota.
El coste de Internet por satélite varía dependiendo del país y también de la zona donde estés. Las tarifas podían superar los 100 o 200 euros al mes, aunque también podría ser más barato dependiendo del suministrador. Lo mejor es enterarse bien en el sitio donde estemos localizados. También hay que tener en cuenta que hay que conseguir el terminal VSAT y el modem para hacer la conexión. Esto cuesta otro pico de dinero.
Mientras que la conexión por satélite puede parecer algo cómodo y estable, hay que tener en cuenta que la calidad del servicio puede verse degradada si el cielo no está despejado. Por este motivo, nubes y tormentas puede hacer que la conexión se vuelva lenta y en casos entrecortada. Puede que hasta se pierda la conexión dependiendo del tiempo que haga. De todos modos, no hay que preocuparse ya que en cuanto el cielo se despeje todo volverá a la normalidad.
Otra cosa que podemos considerar es usar la tecnología de tercera generación para conectarnos a Internet. Si la zona rural en la que estás tiene cobertura para móviles, es probable que el proveedor de telefonía móvil pueda ofrecer servicios de conexión mediante nuestro teléfono móvil. Llama a tu proveedor y pregunta si tienen un plan para acceder a Internet de esta manera. Hay que tener en cuenta que el acceso suele estar limitado a unos cuantos gigas al mes, donde el pasarse se cobra aparte. Aun así, puede merecer la pena para simplemente navegar.
Este mismo servicio de Internet mediante móvil puede transportarse a nuestro ordenador como si de Wifi se tratara. En este caso, posiblemente se tenga que comprar una tarjeta inalámbrica o pincho USB para conectar nuestro ordenador a la red. Si hay una cobertura con el móvil, este pincho USB trabajará como un teléfono móvil para conectarnos a la red. Puede que esta sea una de las maneras más viables para usar en un área rural.