Licenciar un software en un contrato de acuerdo entre un fabricante de software y un usuario final. Aunque esta licenciar un software puede ser un acuerdo que se hace sobre papel, casi siempre suele estar añadido al propio software como parte del proceso de instalación. Si el usuario no está de acuerdo con los términos de la licencia, esto se puede indicar en uno de los pasos del proceso de instalación. Si el usuario hace clic en el botón de “no”, el proceso terminará en ese punto sin haber realizado la instalación.
En la mayoría de los casos los usuarios están de acuerdo con la licencia del software ya sea lean todo el documento o no. En gran parte, las licencias de software protegen el copyright al poner restricciones al usuario final referente al producto que han adquirido.
¿Cuáles suelen ser las restricciones más comunes? Aunque hay varias, se suelen referir a prohibir la duplicación por temas de hacer backups, la instalación en más de un ordenador, editar el código del programa o modificar el software de cualquier manera posible. También puede hacer referencia a realizar actos que puedan vulnerar la seguridad o integridad del programa, como por ejemplo piratearlo y difundirlo por la red.
Aparte de los usos restrictivos de estas licencias de software, también funciona como una especia de aviso legal. De alguna manera, puede quitarse responsabilidad de posibles efectos que tenga el programa en el ordenador, como pérdida de datos, mal funcionamiento, etc.
Algunas compañías tienen el sistema de que una vez que el usuario ha roto el precinto en el que viene el producto, automáticamente acepta los términos de la licencia. En este sentido ha habido problemas en algunos sitios, ya que el usuario no puede leer los acuerdos de la licencia hasta haber abierto el producto. Esto claramente obliga al usuario aceptar los términos al haber abierto el precinto antes. Lo cierto es que hay varios tipos de licencias de software.
Un ejemplo son las licencias de software libre, las cuales son menos restrictivas. Suelen permitir copias sin límite y su redistribución, aunque muchas veces no aceptar que se hagan modificaciones en el programa. El software de dominio público no tiene restricciones de ningún tipo, ya que pertenece a todo el mundo.