Memoria de burbuja

Una memoria de burbuja es un tipo de memoria de ordenador inventada en los años setenta por Andrew Bobeck, y se trata de una memoria no volátil. Esto significa que los datos son almacenados incluso cuando el ordenador está apagado. Estas burbujas o áreas producen una película magnética que puede almacenar datos, donde suele ocurrir que un bit es asignado a una burbuja.

Aparte de la película magnética, las unidades de esta memoria de burbuja también consisten de dos imanes permanentes que tienen entremedias bobinas magnéticas y electrodos. Una pantalla magnética resguarda todos los elementos, aunque expone varios conectores magnéticos en uno de sus lados.

Si un usuario conecta la unidad a una fuente de energía, los imanes en su interior pueden crear pequeñas burbujas y comenzar a almacenar bits de memoria. Estas áreas están organizadas en un patrón que sigue el sistema binario. Una burbuja representa un 1 binario digital, y en la ausencia de una burbuja lo que tenemos es un cero. Varias compañías producían este tipo de tecnología en un intento de tomar el lugar de los discos duros.

Cada fabricante tenía sus propios modelos de unidades de memoria, aunque la base era la misma para todas. Al principio, las unidades tenían muchas ventajas porque eran muy resistentes a los elementos como por ejemplo la humedad, cambios de temperatura y radiación.

El problema con estas memorias de burbuja es que consumían mucha energía simplemente para activar las burbujas. Aparte de esto, requerían un sistema operativo más complicado si se compara a un disco duro. Los gastos de fabricación eran también muy caros si se comparaba con otros medios de almacenamiento de memoria. Por otro lado, la memoria de burbuja era también bastante voluminosa. Eran algo más pequeñas que una caja de cerillas normal, pero más gruesa y pesada.

Las velocidades de este tipo de memoria también eran algo más lentas y no tenían la capacidad de un acceso aleatorio. Lo que ocurrió fue que a principios de la década de los ochenta la tecnología de los discos duros avanzó mucho y los precios bajaron mucho. Esto hizo que la producción de la memoria basada en burbujas finalmente se cancelara.

Mientras que el sistema de burbujas no se hizo popular en la era moderna, si tuvo éxito en ciertos sectores de fábricas de maquinaria pesada. Esto fue principalmente por su fuerte resistencia y si calidad de memoria no volátil. También se usó durante una época en el mundo de los videojuegos, donde los cartuchos de memoria podían ser quitados y ser intercambiados entre los juegos. Su dureza también hizo que fueran usados en proyectos militares, incluso después de que dejaran de producirse.

Sin embargo, el desarrollo de otros tipos de memoria no volátil como por ejemplo el USB, hizo que la memoria de burbuja pudiera volver a hacer una aparición en los mercados. El tamaño más pequeño de los dispositivos que tenemos en la actualidad – sin mencionar su gran capacidad – ha dejado esta tecnología obsoleta y donde parece muy difícil que se vuelva a ver en los mercados algún día.

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