Un pen drive es un tipo de memoria flash que tiene un conector USB, y sirve para almacenar y transferir datos de todo tipo de y desde un ordenador. Si un ordenador del tipo que sea tiene un puerto USB y el pen drive es compatible con el sistema operativo, no habrá problema para mover los datos del disco duro a la memoria y transferirlo a otro ordenador en cuestión de minutos. La ventaja de uno de estos dispositivos es su pequeño tamaño que puede caber en un bolsillo.
Usar un pen drive es bastante sencillo: el usuario inserta la punta del dispositivo que tiene el USB en el puerto correspondiente y automáticamente será reconocido por el equipo (en la mayoría de los casos). Una vez hecho esto, los archivos pueden ser copiados y pegados de un sitio a otro.
El proceso para hacer esta transferencia no es más difícil que añadir un archivo a un correo electrónico o copiar datos a un disco y otro dispositivo de almacenamiento. De todos modos, hay muchos sistemas operativos en funcionamiento hoy en día, por lo que muchos fabricantes configuran sus pen drive para que trabajen en una variedad de sistemas.
Antes de comprar cualquier dispositivo de almacenamiento, se debería saber si es compatible con el sistema operativo que tenemos. Cuando hay algún problema de este tipo, suele ser por culpa de los controladores. En muchos casos se puede solucionar simplemente instalando el software correspondiente.
La tecnología de los pen drive funciona almacenando datos en bloques en lugar de hacerlo aleatoriamente, por lo que no funciona de la misma manera que los sistemas de memoria tradicionales que podemos encontrar en un ordenador – por ejemplo RAM y ROM. Usando bloques, permite almacenar más información y hacerse a un coste mucho menor.
La velocidad de transferencia depende de muchos factores, como la velocidad del ordenador al leer y escribir en el dispositivo. Generalmente la velocidad del pen drive es la de lectura porque es mayor que el de escritura. Los fabricantes suelen mostrar este velocidad en MB por segundo. También depende la antigüedad que tiene esta memoria.
Son varios los beneficios de este dispositivo, y se considera una mejora sobre los dispositivos que ya conocemos. Pueden hacer la transferencia de datos mucho más rápido que tecnologías más antiguas, y al ser de estado sólida – no hay partes móviles – estas memorias normalmente duran más y almacenan datos de manera más segura.
Dependiendo del tamaño de almacenamiento, ya pueden guardar muchos gigabytes de información en un dispositivo que se puede colgar de un llavero, algo impensable hace unos pocos años.
De todos modos, los pen drive también tienen sus limitaciones, incluyendo las veces que se pueden usar. Cada dispositivo tiene un número limitado de ciclos para realizar borrados, que es poner un archivo en el pen drive y eliminándolo después. Normalmente, un dispositivo típico puede pasar por cien mil ciclos antes de que empiece a dar ciertos fallos y los archivos se puedan corromper.
Otra limitación es la manera en que los fabricantes hacen los dispositivos. Algunos modelos permite a un usuario programar o leer los datos un byte o palabra cada vez, pero borra datos en los bloques. Cuando solo pequeñas cantidades son eliminadas, la capacidad de almacenamiento es reducida.
También se pueden perder datos por la manera en que la información es accedida. Leer datos en una de estas celdas puede generar cambios en las celdas que las rodean. Generalmente un usuario debe leer la celda miles de veces antes de que esto ocurra, y volver a escribir en las celdas colindantes puede prevenir el problema.
El chip integrado en el ordenador también puede gastarse, causando que el dispositivo funciona más lentamente. Los bloques se pueden corromper aunque no estén completamente llenos. Intentar leer bloques en mal estado y volver a mapearlos pueden reducir la velocidad de las funciones del dispositivo.