El modo directo en el mundo informático es una forma de programación donde los datos del programador son integrados y ejecutados en tiempo real. Esto es diferente a los programas compilados, los cuales se escriben en un archivo que es pasado por un compilador y ejecutado más tarde.
Este sistema permite al programador verificar la funcionalidad de un programa o realizar otras tareas y acciones en una sistema sin tener que editarlo, recompilarlo y rearrancar un programa. Muchos de estos métodos fueron usados en los primeros días de computación. Las primeras tarjetas perforadas eran uno de estos métodos.
Con las tarjetas perforadas una persona podía programar un ordenador y ver las luces del equipo que le indicaban como estaba el programa funcionando. Uno de los lenguajes de programación más tempranos fue BASIC, el cual fue desarrollado en los años sesenta.
Muchos de los primeros sistemas de ordenadores permitían estos programas para ser metidos directamente al arrancar la máquina. La primera cosa que un usuario podía ver era una introducción y un prompt parpadeando esperando a que se metieran comandos.
En estos sistemas, un usuario podía entonces empezar a programar en modo directo. Normalmente esto significaba crear o probar un equipo nuevo o usar varias pequeñas operaciones para cargar diferentes programas. En ambos casos, el modo de comando más usado en modo directo era RUN. Con este comando se podía arrancar un programa o ejecutar un archivo. Muchos sistemas operativos modernos siguen usando este comando, como por ejemplo el de Windows.
Debido al aumento en la velocidad de los ordenadores y sus procesadores, esta forma de programación evolucionó en otra forma que ahora se llama lenguajes de programación. En este sentido, los lenguajes operan igual que los métodos más antiguos pero con la excepción de que viene con un interpretador. Un interpretador es un programa separado parecido al prompt del que hablamos antes.
Una vez lanzado un interpretador, se queda esperando a recibir comandos en cualquier lenguaje para el que se diseñó para interpretar. Esto permite que se puedan usar variados lenguajes en un mismo sistema informático y beneficiarse de cada uno de sus propiedades.
Otro uso que se sigue dando mediante el sistema de modo directo es en los sistemas de ferrocarriles de modelaje. Los controladores digitales permiten a estos pequeños modelos en escala de trenes hacer que hagan acciones según se requiera.
Puede hacer por ejemplo que incremente o reduzca su velocidad, se activen las luces en el tren y muchas cosas más. Estos controladores tienen funciones de programación en modo directo, lo que permite que el usuario use las funciones del tren en tiempo real según este va circulando por las vías.