Mientras que Windows es un sistema operativo versátil y potente, algunas veces puede ser frustrante operar con el. Esta frustración es particularmente evidente cuando instalas una nueva aplicación de software o añades los controladores para un nuevo hardware. Te puede ocurrir que de inmediato, el ordenador se quede colgado o se quede bloqueado.
Entonces lo normal es reiniciar el equipo, pero en ocasiones nos salen ventanas de alarma o simplemente el ordenador no va bien. Para esto existe una forma de iniciar nuestro ordenador con las funciones básicas, sin cargar las aplicaciones, por lo que lo el motivo de los errores puede que no llegue a producirse. Esto nos permite intentar solucionar el problema con más facilidad. Estamos hablando del modo seguro de Windows, o también llamado “modo a prueba de fallos”.
EL modo seguro de Windows es una forma especial de este sistema operativo para cargarse cuando existe un problema crítico del sistema que interfiere con la operatividad normal de Windows. El propósito de modo seguro, es permitir hacer labores para solucionar dichos problemas y tratar de determinar qué es lo que está causando que funcione mal. Una vez que has solucionado el problema, puedes reiniciar Windows y arrancar normalmente.
Ocurren varias cosas cuando Windows arranca en modo seguro, y que lo diferencian de un arranque normal:
- El modo seguro no procesa el archivo autoexec.bat o el config.sys.
- Muchos de los controladores o drivers no se cargan. Un controlador es un software que Windows utiliza para interactuar con una pieza de hardware que tenemos instalada en nuestro equipo, como puede ser una impresora o un scanner.
- En lugar de los controladores normales del dispositivo gráfico que tenemos instalado, el modo seguro usa el modo gráfico estándar VGA. Este modo es soportado por todas las tarjetas de video compatibles con Windows.
- La pantalla nos aparece en 16 colores y una resolución de 640 x 480, y además indicándonos en la propia pantalla que nos encontramos en modo seguro.
La forma que tenemos de invocar el modo seguro de Windows, es presionando F5 o presionando F8 y seleccionándolo del menú de arranque. Pero ¿qué hacemos una vez que estemos en este formato de Windows? Lo primero es determinar qué es lo que está ocasionando el problema que nos ha hecho reiniciar en modo seguro.
Si has añadido algún tipo de hardware, puedes probar a ir al panel de control y desinstalarlo, al mismo tiempo que desinstalas el controlador que venía con ese dispositivo. Después intenta reiniciar de nuevo. Si Windows reinicia correctamente, puedes estar razonablemente seguro de que había algún tipo de conflicto con ese dispositivo. Solo quedaría intentar instalar ese hardware de alguna forma alternativa para que no nos ocasione problemas.
Usa el mismo método si has cargado algún juego nuevo o alguna aplicación reciente. Lo más sencillo es ir a panel de control y seleccionar “Agregar o quitar programas”, y a continuación desinstalar el programa. Reinicia de nuevo y comprueba los resultados. Si el problema no es definitivamente de hardware o de software, puede ser que el problema sea algo corrupto en el registro. En este caso, puede que lo más adecuado sea una nueva instalación de Windows para poner las cosas en su sitio.