La tecnología de pantallas de cristal líquido funciona bloqueando la luz. Específicamente, un monitor LCD está hecho de dos piezas de cristal polarizado (también llamado substrato) que contiene material de cristal líquido entre ellos. Una luz negra crea luz que pasa a través del substrato. Al mismo tiempo, corrientes eléctricas causan que las moléculas de cristal líquido se alineen para permitir niveles de variación de luz para que pasen por el segundo substrato y crear colores e imágenes que puedes ver.
La mayoría de los monitores LCD usan una tecnología de conmutación activa. Un transistor de película fina (TFT) organiza pequeños transistores y capacitadores en un complejo en el cristal de la pantalla.
Para referirse a un píxel en particular, la línea apropiada es activada y entonces una carga es enviada a la columna correcta. Al estar todas las demás líneas que la columna interfecta desactivadas, solo el capacitador en el píxel designado recibe la carga. El capacitador es capaz de mantener la carga hasta que el próximo ciclo se pone en marcha.
El otro tipo de tecnología LCD es de conmutación pasiva. Este tipo de monitor LCD usa una rejilla de metal conductivo para cargar cada píxel. Aunque son meno caros de producir, los monitores son raramente usados hoy en día al tener una respuesta más lenta y un control de voltaje más impreciso comparado con la conmutación activa.
Para evaluar las especificaciones de un monitor LCD, hay algunas cosas que debemos saber. A diferencia de los monitores CRT, los monitores LCD muestran información correctamente a solo la resolución a la que están diseñados, lo cual se conoce como resolución nativa. Las pantallas digitales hacen referencia a cada píxel individual usan conjunto establecido de puntos verticales y horizontales. Si cambias la configuración de la resolución, el LCD escala la imagen y la calidad sufre. Las resoluciones nativas son normalmente: 17 pulgadas son 1024×768, 19 pulgadas 1280×1024 y de 20 pulgadas que son 1600×1200.
Cuando miras a un monitor LCD desde un ángulo, la imagen puede parecer más borrosa o incluso desaparecer. Los colores también pueden parecer algo diseminados. Para compensar este problema, los fabricantes de monitores LCD ha diseñado ángulos de visión más amplios. Esto no hay que confundirlo con una pantalla ancha, que significa que la pantalla es físicamente más ancha.
Los fabricantes dan una medida de la visión de los ángulos en grados (cuando más grados, mejor). Al medir cada fabricante los grados de manera diferente, la mejor manera de evaluar esto es probar la pantalla uno mismo. Verifica el ángulo desde la parte superior e inferior como también los lados, tendiendo en cuenta como usará la pantalla.
Por otro lado tenemos el brillo, que es una medida de la cantidad de luz que el monitor LCD produce. Se da en nits. Un nit es igual a un cd por metro cuadrado. Un brillo típico en los monitores es de hasta 350 cd por metro cuadrado, aunque para ver películas y jugar a juegos, se aconseja un número mayor. La tasa de contraste es otro elemento a tener en cuenta, y mide la diferencia de la habilidad de un monitor LCD para producir brillo y tonos oscuros. Se suele expresar como “ratio” y sus valores varían dependiendo del modelo.
La tasa de respuesta indica como de rápido los píxeles del monitor pueden cambiar los colores. Cuanto más rápido mejor porque esto reduce los efectos difuminados cuando la imagen se mueve, dejando una estela detrás del objeto en movimiento. Por último, la ajustabilidad es otro factor. A diferencia de los monitores CRT, los monitores LCD tienen más flexibilidad para posicionar la pantalla de la manera que queremos. Esto significa que se puede ajusta la posición vertical y horizontal fácilmente.
En la siguiente parte del artículo veremos como es un monitor CRT. Haz clic en el enlace siguiente para verlo:
¿Cómo funciona un monitor CRT?