Muchos de nosotros pasamos bastante tiempo navegando por Internet y viendo todo tipo de cosas. Sin embargo, todo el tiempo que pasamos frente a nuestra pantalla de ordenador no nos aporta cosas que podemos encontrar en la vida real. Dicho de otra manera, cuando estamos viendo cosas en Internet, uno de los mayores inconvenientes es la falta de realismo.
La mayoría de nosotros hemos nacido con cinco sentidos. Podemos ver, oír, tocar, oler y saborear. Sin embargo, la navegación por la red nos aprovecha muchos de estos sentidos. Cuando abrimos una sesión con nuestro ordenador ¿qué sentidos estamos usando?
El primer sentido que usamos es probablemente la vista para así recoger toda la información que podamos. Lo cierto es que Internet es casi por completo una experiencia basada en la vista. Mientras que en los últimos tiempos la el sonido aplicado a la experiencia de navegación se ha hecho muy importante, Internet sigue siendo principalmente escritura y fotos (y también videos).
Podríamos incluir el sentido del tacto por estar tocando un teclado y el ratón del ordenador, pero esto es más para poder interactuar con lo que estamos haciendo. Se puede decir entonces que desde que empezó Internet, los desarrolladores han ignorado los sentidos del olfato y el gusto.
Sin embargo, hay algunas compañías americanas que quieren cambiar esto e introducir los olores digitales a Internet. Tenemos la habilidad de reconocer miles de olores, y algunos científicos creen que los olores tienen el poder de desbloquear recuerdos. ¿Cómo se pueden transmitir olores por la red hasta nuestros ordenadores en casa?
Lo primero, pensemos en un mundo sin olores. ¿Te lo puedes imaginar? Piensa en algunos olores que nunca podrás ser capaz de disfrutar de nuevo, como por ejemplo tu comida preferida o el olor de la lluvia recién caída. Los olores añaden muchas cosas a las cosas que experimentamos. Por supuesto, sin un olor no hay sabor al estar nuestra capacidad de oler directamente conectada al sentido de oler.
En Internet no hay olores, pero esto podría cambiar en un tiempo relativamente corto. Puede que pronto podamos disponer de unos dispositivos periféricos que incluyan nuestra nariz a la experiencia de navegación en la red.
Se han hecho algunos intentos en el pasado que no tuvieron demasiado éxito. Uno de estos ejemplos fue el iSmell, el cual apareció en el año 2001, pero tuvo una acogida bastante fría por parte de la comunidad de internautas. De hecho, algunas revistas especializadas dieron malas críticas sobre este producto. Al final este sistema parece que quedó un poco en el olvido, pero eso no desanimó a los investigadores para que siguieran buscando una forma de transmitir olores en la red.
Otros dispositivos se han creado desde entonces, como es el ejemplo del Scentee y el SENX. El primero es sobre todo popular en el mundo de los smartphones donde recientemente se ha comercializado con un buen número de aromas que pueden ser activados a distancia por alguien.
Es simplemente un pequeño dispositivo con un puerto de conexión que se puede conectar al teléfono y así liberar una mezcla de productos químicos para producir estos aromas. Por supuesto, para los ordenadores hay una versión con puerto USB en este sentido.
¿Dónde aplicar esta tecnología?
Aunque todavía está en una fase de desarrollo y lo que hay disponible tiene sus limitaciones, se tienen muchas expectativas en esta tecnología. Imagínate ver una película del oeste en la pantalla de tu PC y poder oler la pólvora. O podrías estar viendo un documental en el mar y oler el mar y la brisa marina. Si el documental o película fuera en unos jardines, podrías oler las flores y el ambiente que hay en ese momento. Las posibilidades son muchas y todo queda sujeto a la imaginación de los desarrolladores.
Lo mismo se podría hacer en los videojuegos. Mientras que muchas consolas buscan el realismo en los gráficos de sus juegos, ofrecer olores digitales podría llevar estos juegos a un nuevo nivel. Imagínate poder oler a los zombies que están a punto de atacarte, u oler la goma quemada de los neumáticos en un juego de carreras de coches. Todo esto ayudaría a que los juegos de ordenador fueran muchas más realistas.
La publicidad en la red es otro objetivo para esta tecnología. Muchos productos que se anuncian en Internet tendrán también la posibilidad de ser olidos. Esto daría una visión del producto mucho más cercana y atractiva para los internautas. Se podrá oler un nuevo refresco, un ingrediente de cocina, el menú de restaurantes, perfumes, etc. Por este motivo, esta tecnología sigue en desarrollo y sabremos más de ello una vez que se perfeccione un poco más.