Overclocking

El término overclocking describe el proceso de hacer funcionar tu CPU a una velocidad de reloj o bus en la que el procesador no ha sido especificado, que generalmente es a una mayor velocidad. La idea que hay tras el overclocking es aumentar el rendimiento del sistema a un coste pequeño. En muchos casos solo se tiene que cambiar unos cuantos parámetros en la placa base para hacer que el sistema vaya más rápido.

En otros casos solo se tiene que añadir unos cuantos componentes (normalmente para refrigerar) para conseguir este aumento del rendimiento. En el pasado, overclocking era simplemente aumentar la velocidad del reloj de la CPU al siguiente modelo de procesador. Ahora, con las nuevas velocidades disponibles en las varias placas bases que existen, se puede cambiar la velocidad del reloj y el bus a valores que no existen oficialmente.

Esta nueva manera de hacer overclocking está consiguiendo un rendimiento bastante más alto que antes. Incluso da la oportunidad de aumentar el rendimiento del modelo más rápido de una CPU en particular dentro de una línea de producción específica. Aunque hay miles de historias de CPUs dañadas y otros sistemas afectados, en la mayoría de los casos el overclocking no hace daño alguno.

Sin embargo, hay algunas cosas que hay que considerar. La CPU podría verse dañada por lo que se llama “electromigración”. Este efecto ocurre en el chip de silicona de la CPU en zonas que tiene altas temperaturas, y esto podría provocar un daño permanente al chip.

Las CPUs están diseñadas para trabajar como mucho a 80 grados centígrados. Para darte una idea de lo que es esto, es una temperatura que nadie es capaz de tocar por más de uno a cinco segundos. De todos modos, no suele subir a esta temperatura, ya que hay muchas maneras de mantener la carcasa de la CPU a menos de 50 grados centígrados, lo cual mantiene baja la temperatura en su interior.

Aparte de esto, la electromigración no daña el chip de inmediato. Es un proceso lento, que va minando el tiempo de vida de la CPU. Una CPU normal se supone que debe durar unos diez años. Sin embargo, en diez años nadie va a estar usando una CPU con la tecnología de hoy. Si se quiere evitar este efecto, se debe hacer todo lo posible por mantener la CPU refrigerada. La refrigeración es fundamental en el overclocking.

A nadie le gusta que el sistema de nuestro ordenador se quede colgado o deje de funcionar, pero en un entorno profesional, evitar estas caídas puede ser crucial. Lo cierto es que es un hecho el que estamos incrementando la posibilidad de fallos al hacer un overclocking en la CPU. Aunque es complemente cosa de probabilidades. Lo aconsejable es hacer unas cuantas pruebas justo después de hacer un overclocking para ver como está funcionando. Si el sistema pasa todas las pruebas, podemos estar seguros de que no vamos a tener problemas.

Ahora que sabemos lo que es overclocking, ¿Qué necesitamos para hacerlo? ¿Qué deberíamos saber ante de ponernos en marcha con el procedimiento? En la siguiente parte del artículo, veremos el proceso de overclocking desde el principio, y analizando algunos componentes que tendrán que ver en el procedimiento.

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