Desde los tiempos más tempranos en las historia del cine, los creadores de películas han buscado maneras de recrear de una forma convincente, paisajes y escenarios lo más reales posibles sin tener que viajar a la luna o al borde de una montaña volcánica a punto de estallar, y por supuesto, hacerlo sin gastarse una fortuna. Una de las soluciones más comunes, eran las pinturas de fondo.
En este tradicional sistema, los artistas se apoyaban en diferentes técnicas, desde simplemente pintando una escenario de fondo falso (fíjate en las antiguas películas del oeste con los cactus y las puestas de sol al fondo) para cuidadosamente reemplazar partes de una escena con pinturas en cristales o telas.
Los ordenadores han añadido toda una nueva dimensión a la evolución de estos efectos. Los efectos de fondo actuales, utilizan una combinación de fotografías, imágenes 2D y animaciones y modelaciones 3D, para crear impresionantes paisajes virtuales ficticios. Piensa en esas increíbles tomas en la famosa película “La guerra de las galaxias”, mostrando increíbles ciudades que se pierden en el horizonte, o espesas junglas con grandes cataratas sobrenaturales. Lo cierto es que para las películas de acción, los artistas usualmente tienen la tarea de crear escenarios históricos muy precisos para las tomas.
Por ejemplo, en la película “El último Samurai”, una de las escenas requería que los protagonistas se situaran en las calles de San Francisco en 1976. Lo primero que hicieron los actores, fue realizar sus escenas en frente de una pantalla azul o verde. Entonces, los artistas consultaron fotos de archivo de la ciudad para modelar la línea del cielo en 3D. Tomaron fotos digitales de una bonita puesta de sol y la pusieron detrás del modelo que habían creado de la ciudad. Después mediante técnicas generadas por ordenador, integraban a los actores con el escenario para fundirlos de una forma totalmente creíble.
Otros artistas digitales usan estas mismas técnicas cuando crean paisajes 3D para películas totalmente animadas. Si los caracteres van a interactuar mucho con un plató virtual, entonces cada elemento es creado en 3D. Sin embargo, para grandes tomas o enormes escenarios de fondo que solo se van a ver una vez, los artistas usan una combinación de collages de 2D y modelos 3D que encajen en el argumento de la película.
Algunas productoras dedicadas principalmente a los dibujos animados, se han vuelto fotográficamente reales sin perder la calidad de la animación tradicional que construyen. Por tanto, los paisajes pueden parecer perfectamente reales. Para ello, deben crear una paleta de colores y textura que coincide con el resto de la película.
Otra tecnología que añade un impresionante realismo a los paisajes virtuales, es el llamado sistema de partículas. Este sistema usa algoritmos matemáticos para recrear los movimientos naturales de elementos animados, como puede ser el fuego, el humo o las bandadas de pájaros. Para las pinturas de fondo modernas, el artista ya no tiene que dibujar o “pintar” cada llama o viruta de humo según se está quemando una ciudad.
Simplemente usa el software de modelación de partículas y las herramientas que trae, para programar lo altas que quiere las llamas y la cantidad de humo que quiere. Con los mismos controles, se puede crear un grupo de pájaros y hacer que agiten sus alas a diferentes tiempos según se pierden en el horizonte.
En la siguiente parte del artículo, veremos como se crea la modelación de caracteres y su animación, que se puede considerar el corazón y el alma de la animación por ordenador. Lo puedes ver en este enlace: