Un típico problema que podemos tener en nuestro ordenador, es que al reiniciar el PC, justo después de aparecer el logo de Windows, la pantalla del ordenador se quede totalmente negra. Tenemos que saber que Windows intenta ajustar la configuración justamente después de que aparezca dicho logo y antes de que se muestre la pantalla con el escritorio de Windows.
Nueve de cada diez veces donde ocurre esto, es simplemente porque la configuración de tu pantalla está de un modo en la que el monitor no puede manejar. Dependiendo de cual sea la configuración que no soporta, algunos monitores responden con una pantalla negra, y otras pueden reaccionar mostrando extraños signos y caracteres.
Si es un problema de configuración de pantalla, la solución es bastante fácil. Para empezar, iremos a “Modo seguro”. Dependiendo del Windows que tengas instalado, reiniciaremos el ordenador y pulsaremos F8 mientras se reinicia. Nos dará un menú de opciones desde donde elegir un modo de arranque, por lo que elegiremos “Modo seguro”.
Un vez que el PC haya arrancado en este modo, pulsaremos en cualquier punto de la pantalla con el botón derecho del ratón y elegiremos “Propiedades”. De la ventana resultante, iremos a la pestaña de “Configuración” donde veremos una barra que nos muestra la configuración actual de la pantalla.
Lo que haremos es arrastrarla a la izquierda hasta llegar a la configuración más baja que tu monitor soporte, la cual suele ser de 640×480 o 800×600. También cambia la calidad del color hasta su cantidad más baja. Eso dependiendo de tu equipo podrá ser de 256 colores o 16 colores.
Ahora en la misma ventana de opciones en la que estamos trabajando, pulsaremos el botón de “Opciones avanzadas” y seleccionaremos la pestaña de “Monitor”. Configuraremos la frecuencia de actualización de la pantalla a 60 Hercios. Aceptamos en todas las pantallas y reiniciamos el ordenador.
Si una mala configuración era la fuente del problema, ahora debería ser capaz de arrancar sin problemas. Puede que no te guste la configuración ni apariencia del entorno al arrancar, pero al menos ya tenemos un sitio por donde empezar.
Si al iniciarse el equipo, el entorno del escritorio tiene un aspecto borroso o descolorido, una buena idea es volver a arrancar en modo seguro, y a mejor aun, en modo seguro con red, y actualizar los drivers de la tarjeta gráfica. Es probable que sean tengan algún problema.
Como se ha dicho antes, ya tenemos el ordenador arrancado y tenemos un punto para empezar a solucionar el problema que teníamos al principio. ¿Pero que hacemos? Bueno, debemos experimentar con las configuraciones para ver que es lo que hace cada una, que es lo que no hace, ver que apariencia nos muestra el monitor, etc. Podemos empezar tocando la resolución de pantalla como hicimos antes desde el modo seguro. En la barra de resolución, podemos subir una a una las resoluciones e ir aplicando las configuraciones.
Nos cambiará el aspecto y saldrá una pequeña ventana preguntándonos si queremos conservar esa configuración. Si no respondes en un tiempo límite, asumirá que no puedes ver la pantalla y volverá a una configuración previa, por lo que si la pantalla se queda congelada o negra, espera por lo menos un minuto antes de hacer nada. Volverás a la configuración anterior y podrás descartar el cambio que acabas de hacer e ir a por el siguiente cambio.
Si por el contrario después de un minuto o dos la pantalla se mantiene negra o no leíble, tendrás que volver a arrancar en modo seguro, como hicimos al principio para volver a realizar los cambios.
Esto puede ocurrir porque accidentalmente le dijimos que si en la pantalla de confirmación, mientras que la realidad es que esa configuración no funcionaba. Repite el proceso de cambiar estas configuraciones hasta encontrar una que te funcione correctamente y esté a tu gusto.
