Cuando nos preguntamos qué nos debemos comprar, un ordenador o un portátil, normalmente la decisión se basa bastante en nuestro bolsillo. Por un tiempo, los ordenadores de sobremesa eran simplemente más baratos que un ordenador portátil, y no hablamos de una pequeña diferencia, sino de por lo menos la mitad de su precio.
Hoy en día ya no es el caso, ya que los precios de los ordenadores tradicionales son comparables con los de los portátiles. Ahora que ya sabemos que el precio no es un problema, veamos las ventajas y las desventajas que tiene cada tipo de sistema.
En el caso de los portátiles, la ventaja mas clara es la portabilidad. No solamente están diseñados para meterlos en su estuche o bolsa, y llevarlos a donde quieras con total comodidad, sino que lleva su propio sistema de energía por lo que no depende totalmente del sistema eléctrico de donde vayas (por lo menos durante unas horas).
Con la ventaja añadida de las conexiones Wireless, no es imprescindible tener una conexión directa a la red. Lo puedes llevar a un Hotel, a un camping, trabajar en una cafetería, en la cama, donde tú quieras.
Sin embargo, su tamaño y manejabilidad también es un factor que limita al usuario. La mayoría de las pantallas en los portátiles son de 15 pulgadas, teniéndolas también de 17 pulgadas. Algo más grande que esto, hace perder la portabilidad del equipo. Los portátiles tienen la limitación de no tener espacio para sistemas de ventilación u otros mecanismos para enfriar la CPU.
Algunos fabricantes han intentado solucionar esto inventando la CPU de doble núcleo, que es para un coche como tener dos carburadores. De todos modos, un portátil tiene mas opciones de tener un sobre calentamiento.
Los ordenadores de sobremesa están diseñados para estar en un punto fijo, a no ser que te guste mover continuamente cables y equipamiento de un lugar a otro, y conectándolo todo otra vez. Estas localizaciones fijas tienen sus ventajas, como por ejemplo el poder elegir un monitor del tamaño deseado. Puedes añadir a tu equipo, un sistema de sonido personalizado a tu gusto ya sea para jugar o para ver películas, como si tuvieras un Home Cinema.
Otra de las ventajas de un ordenador de sobremesa sobre un portátil, es la facilidad de actualizarlo. Con un portátil, todos los elementos internos están instalados de tal manera que para hacer un cambio es complicado y solo debe ser hecho por personal cualificado, aparte de que no queda demasiado espacio para nuevos dispositivos.
Una torre o carcasa nos deja margen para manipular con nuevos objetos como instalar más memoria, tarjetas gráficas, discos duros, etc.
La elección de uno u otro equipo, depende del uso que le vayas a dar. Si viajas mucho, un ordenador de sobremesa puede estar algo desaprovechado mientras que un portátil será de gran utilidad. En cambio si queremos un sistema que nos sirva para prácticamente todo en casa, un PC tradicional será la mejor decisión.
Como siempre, tú tienes la última palabra. Decide bien y disfruta de lo que compres.