Algunas pilas o baterías utilizan células galvánicas para transferir la energía química a energía eléctrica. Dependen de dos metales, que son un cátodo o terminal positivo (como puede ser el cobre) y un ánodo o terminal negativo como puede ser el zinc. Están emplazados en una solución eléctricamente conductiva que permite a los iones viajar libremente entre los dos metales.
La solución es normalmente un ácido. Las baterías de coche usan ácido sulfúrico, pero como hemos comentado en otros artículos, las patatas contienen ácido fosfórico, el cual también funciona. El ácido en el zinc tiene una reacción química que libera electrones de zinc. Estos electrones entonces se juntan con iones de hidrógeno en el ácido para crear gas de hidrógeno. Mientras tanto, el cobre no está haciendo nada en el baño de ácido – hasta que conecta directamente al zinc usando un fino cable conductivo.
Los electrones de zinc siguen intentando gas de hidrógeno, pero les resulta más fácil hacerlo cuando el hidrógeno está rodeando el ánodo de zinc. Los electrones del cátodo de cobre viajan a través el cable para llegar al zinc.
Las baterías se aprovechan de este flujo de electrones y nos permite usar esta electricidad combinada. Volviendo al tema original de si se puede cargar una batería de dispositivo con patatas, las patatas normalmente usan un clavo de zinc galvanizado y una moneda de cobre. Ambos metales están conectados a la patata y se conectan mediante un cable conductor.
La patata no es el único producto de supermercado que tiene estos requerimientos químicos. Se puede realizar el experimento con cualquier fruta o vegetal – o una solución electrolítica como una bebida isotónica para después de hacer ejercicio, el cual también contiene ácido fosfórico.
En el ejemplo anterior, hablábamos de cargar la batería de un iPod con una patata usando la técnica comentada. Mientras que se corre un riesgo de dañar el iPod, se puede conectar el iPod a una de estas baterías en forma de frutas o vegetales para que el dispositivo pueda registrar una carga eléctrica. Sin embargo, el método que nos explicaban en el video del artículo anterior donde se utiliza una cebolla, falla por dos motivos:
- El video dice que hay que conectar el conector USB directamente a la cebolla, pero al dispositivo le faltan los dos metales diferentes (como el zinc y el cobre), lo cual es requerido para hacer la célula galvánica. Incluso si ambos metales están presentes, no habría suficiente espacio en ellos. El método simplemente no completa el circuito requerido para la reacción. Se tendría que quitar el conector USB y manualmente conectar los cables a unas piezas de cobre o zinc.
- Por otro lado, incluso mojando la cebolla en una bebida isotónica, el resultado sería un voltaje muy pequeño. En un experimento similar realizado hace tiempo, se pudo conseguir unos cinco voltios usando una docena de limones. Incluso entonces, la carga fue bastante floja. Según los que hicieron el experimento, su batería formada por limones necesitaría miles de cinco mil horas para cargar la batería.
Por lo tanto, difícilmente se podría cargar la batería del iPod con una cebolla de la manera que explican en YouTube, o hacerlo con otra fruta o vegetal.