Las cookies no son un ni mucho menos un mecanismo perfecto, pero ciertamente consiguen hacer un montón de cosas posibles que serían imposibles de otra manera. Sin embargo, hay algunas cosas que hacen las cookies imperfectas:
La gente comparte las máquinas
Cualquier máquina que es compartida en un área pública, y varias máquinas usadas en un entorno de oficinas o en una casa, son usadas y compartidas por muchas personas. Digamos que usas ordenador público (en una librería, un cibercafé, etc.) para comparar algo de una tienda online. Esta tienda dejará una cookie en la máquina, y alguien podría intentar más tarde comprar algo en la tienda usando tu cuenta.
Las tiendas en Internet normalmente dan grandes avisos sobre este problema para que se tenga cuidado en realizar compras desde ciertos lugares. Aun así, puede haber equivocaciones. Para comprobar si alguien ha visitado un sitio en una máquina pública antes que tú, lo puedes comprobar viendo la historia de las URLs, la cual mostrará una lista de visitas a ese sitio.
Las cookies se borran
Si tienes problemas con tu navegador de Internet y llamas a un soporte técnico, probablemente lo primero que te pedirá que hagas es borrar todos los archivos temporales de Internet de tu máquina y borres las cookies (entre otras cosas). Cuando haces eso, al volver a visitar un sitio Web al que sueles ir, pensará que eres un nuevo usuario y te asignará una nueva cookie.
Esto tiende a variar los resultados que guarda el sitio sobre los nuevos visitantes que va recibiendo, y también hace más difícil recuperar las preferencias que tenía guardadas para un usuario. Este es el motivo por el que los sitios algunas veces piden que te registres – si te registras con tu usuario y la contraseña, pueden loguearte, incluso si has perdido la cookie, y restaurar tus preferencias.
Múltiples máquinas
Las personas suelen usar más de una máquina. Por ejemplo, si tienes un ordenador en la oficina, otro en casa, y un ordenador portátil para poder viajar con el, puede haber ciertos problemas. A no ser que el sitio Web esté específicamente preparado para resolver el problema, tendrás tres cookies únicas, una en cada máquina. Cualquier sitio que se visite desde cada uno de los tres equipos, serán entendidos como tres usuarios diferentes.
Puede ser algo molesto configurar preferencias varias veces para la misma persona. De nuevo, un sitio que permita el registro de usuarios y guarde preferencias de forma centralizada, puede ser una mejor opción si trabajamos con varios ordenadores al cabo del día, pero es algo que el sitio Web debe planear de antemano.
Probablemente no hay soluciones sencillas para estos problemas, excepto preguntar a los usuarios para que se registren y almacenar todo en una base de datos central. Una forma muy común de solucionar este problema y que es muy utilizado, es que el sitio recuerde el valor de tu cookie y lo almacene con tu información de registro.
Si te conectas desde otro ordenador (que incluso no tenga definida una cookie), el servidor web modificará al archivo de la cookie en la máquina para que contenga el ID asociado con la información de registro. Por tanto, se pueden tener múltiples máquinas son el mismo valor ID.