El código fuente de un programa de ordenador opera entre bastidores para poder mostrarnos en la pantalla toda la información que se esta procesando. Cuando se habla de programas de ordenador, hay dos tipos básicos que se deben conocer: los programas de código abierto y cerrado.
Los de código cerrado no dan acceso a los usuarios para que puedan ver o modificar este código que controla el programa. Sin embargo, los de código abierto permiten ambas cosas, dando al usuario final libertar para ajustar los programas según sus necesidades.
Una ventaja importante al usar programas de protocolo abierto es que el mundo se convierte en parte de la evolución del programa. Con el paso del tiempo, usuarios innovadores pueden aislar problemas que puede tener el código fuente original, modificándolos para crear versiones más rápidas y fiables. Finalmente, la mejor versión modificada del programa será la que predomine en el mercado.
Un ejemplo de esto es el sistema operativo Linux, donde hay un buen número de distribuciones y que permite que los usuarios encuentren la que más se ajusta a sus necesidades. Por supuesto, también permite hacer modificaciones en el código para ir desarrollando el sistema a mejor. De hecho es un trabajo de todos los usuarios y aficionados a Linux el hacer esto, lo cual lo ha hecho muy popular y flexible.
El inconveniente de esta flexibilidad que tienen los protocolos abiertos, podría decirse que el exceso de opciones disponibles. Al haber tantas versiones de un programa que se va modificando continuamente, es difícil saber cual es el mejor. Esto hace que se pierda mucho tiempo discutiendo cual de las versiones es la ideal. Esto puede también despistar a los que tengan menos conocimientos al haber demasiadas elecciones que hacer.
Un segundo problema que puede surgir en un programa de protocolo abierto es que potencialmente se puede abusar de el. Podría ocurrir que algunos usuarios decidan modificar el programa con comportamientos poco éticos. Se podría modificar el código fuente para dejar “puertas traseras” en el sistema, y así tener accesos no permitidos a los que utilicen su versión modificada del software.
Esta es una de las mayores preocupaciones que tienen muchos usuarios cuando se utiliza una versión modificada de un programa. Por este motivo, mucha gente que no sabe leer o entender código, tiene ciertas dudas en usar esta tipo de programas de código abierto.