Con la llegada de Internet, llegó lo que se conoce como punto de presencia para poder identificar routers y switches que permite establecer conexiones entre diferentes redes de ordenadores y servidores. Usando tecnología digital de telefonía ya existente, fue posible crear conexiones de forma muy parecida a como se realizan las llamadas telefónicas. La diferencia estaba en el tipo de datos que eran convertidos y transferidos por medio de estos puntos de presencia, también llamados de forma abreviada POP.
Con el paso del tiempo, mejoras en estas tecnologías han hecho posible que estos puntos de presencia puedan gestionar cantidades más grandes de datos, lo cual ha llevado al desarrollo de las comunicaciones de alta velocidad tal como las conocemos.
A lo largo del camino de esta evolución, entro en juego otro concepto que era el punto de presencia inalámbrico. Algunos de los métodos más tempranos permitían a los usuarios de telefonía móvil comunicar con elementos que eran capaces de traducir señales de satélite o radio. Lo hacían de una forma en que podía ser entendida por un dispositivo de telefonía estándar (un switch por ejemplo).
Esto hizo posible para los usuarios de telefonía móvil llamar a personas con líneas fijas y al revés. El mismo principio se ha expandido en los últimos años para permitir nuevas tecnologías (por ejemplo voz IP) que hagan esta conversión.
En estas conversiones, se convierte de forma efectiva una transmisión de audio en un flujo de datos, que luego se convierten de nuevo en una señal digital de teléfono en un punto de presencia cerca del punto de terminación. Una configuración típica para cualquier tipo de punto de presencia incluye routers, switches, servidores, conexiones punto a punto, y dispositivos que pueden ser digitales y analógicos, como también equipamiento inalámbrico.
Esta combinación hace posible que se puedan recibir todo tipo de señales electrónicas en el punto de presencia, convertida en un formato entendible y luego enrutado a un punto de terminación.
Para conseguir todo esto, incluso las comunidades más pequeñas pueden llegar a tener docenas de estos puntos de presencia, lo cual permite a los usuarios disfrutar todos los servicios disponibles, como solo los servicios de telefonía hasta los servicios inalámbricos internacionales de voz y datos. Para resumir lo que es uno de estos POP, podemos verlo como una localización física donde dos o más tipos de dispositivos de comunicación establecen una conexión.
Un ejemplo muy claro puede ser una central telefónica de barrio, la cual actúa un punto local y otras centrales distantes. Sin embargo, en recientes años el término se ha referido más entre usuario y su conexión a Internet, como también con dispositivos inalámbricos.
En todas sus formas, los puntos de presencia suministran los enlaces necesarios que hace que las funciones de comunicaciones sean posibles. Con una central telefónica local, hace que los usuarios puedan iniciar una llamada telefónica, con la señal enrutada por la central local y saltando por enlaces de larga distancia a otras localizaciones. Gracias a este tipo de POP, la señal es capaz de llegar a su destino donde una señal de vuelta confirma que la conexión ha sido satisfactoria y permite una comunicación.