Ahora que hemos visto como es básicamente un teléfono, veremos como es la red más allá de este dispositivo para entender como consigue que podamos hablar a largas distancias. La red de telefonía empieza en nuestra casa. Un cable con varios hilos de cobre va desde una caja que se encuentra en la calle hasta otra que esta en tu edificio (si vives en una comunidad) o directamente en la casa si vives en un chalet o adosado.
Desde esta caja que hay en la propia vivienda o edificio, salen hilos también de cobre que se distribuyen a las tomas de teléfono que correspondan (normalmente se utilizan los rojos y verdes). Lo mismo pasa si se tiene una línea adicional en la casa, donde otro para de hilos entran por el mismo camino hasta la vivienda. Por tanto, podemos decir que un para de hilos corresponden a una línea de teléfono.
El cable que está en la calle puede tener cien pares o más. Dependiendo de donde estés localizado, este grueso cable puede ir directamente a la central telefónica local, o ir a un compartimento parecido a una olla de presión grande, donde puede ser convertido a un cable de fibra óptica para seguir su camino a un siguiente paso o a la central.
Este compartimento se conoce como concentrador digital. Si estás llamando a alguien conectado a la misma oficina, entonces el conmutador o centralita simplemente crea un bucle entre tu teléfono y la persona que has llamado. Si la llamada es de larga distancia, entonce la voz es digitalizada y combinada con millones de otras voces en una extensa red de telefonía.
Tu voz normalmente viaja sobre una línea de fibra óptica hasta la prácticamente donde está el destinatario de la llamad, pero se puede combinar de otras formas, como satélites y torres de radioenlaces.
El concentrador digitaliza la voz a una resolución de ocho bits, y luego combina la voz con otras muchas, las cuales luego envía a través de un único cable (puede ser un cable coaxial o una fibra óptica), la cual se encuentra en la central telefónica local. Sea como sea, tu línea se conecta a una tarjeta de línea en el switch que hay en la central, que nos da el tono cuando cogemos el teléfono.
No solo un teléfono es un dispositivo muy simple sino que la conexión entre tu casa y la central telefónica local lo es también. De hecho, podemos crear nuestra propia red de telefonía casera usando dos teléfonos que tengamos disponibles. Solo necesitamos una batería de 9 voltios (o cualquier otra fuente de alimentación) y una resistencia de 300 ohmios que podemos conseguir en cualquier sitio.
El método de hacer esto es fácil. Como se ha dicho, la conexión que sale de nuestra casa consiste de dos hilos de cobre, que suelen ser rojo y verde. El verde es el común y el rojo suministra el voltaje de corriente continua que necesita.
Si piensas sobre el micrófono de gránulos de carbón que se ha mencionado en el anterior artículo, podemos ver que lo único que hace es modular la corriente, dejando entra más o menos electricidad dependiendo de cómo las ondas de sonido comprimen y sueltan los gránulos.
El altavoz en el otro lado reproduce esa modulación de la señal. Esto es todo lo que necesitamos. La manera más fácil de hacerlo es ir a una tienda y comprar unos cien metros de hilo telefónico.
A continuación se pueden pelar los cables y conectarlos a la batería y la resistencia como muestra el gráfico de arriba. Muchos hilos telefónicos contienen solo dos hilos, pero si tiene cuatro hilos, se deben usar los dos del centro. Cuando dos personas descuelguen los auriculares, podrán hablar por teléfono. Este tipo de configuración para funcionar a distancias de varios kilómetros. Lo único que no puede hacer nuestra red improvisada, es hacer sonar el timbre de llamada del otro teléfono para avisarle de que coja el articular.