riesgo online

Internet puede que sea unas de las cosas más increíbles que le hayan ocurrido al ser humano, pero puede suponer un riesgo online si no tenemos ciertas precauciones. Chatear, descargar cosas, abrir y leer emails y muchas más cosas, nos puede poner en una situación incómoda.

A continuación se explican algunas maneras de ponernos en riesgo cuando navegamos por Internet, muchas veces sin darnos cuenta. Sabiendo lo que hacemos mal, sabremos como evitar malos hábitos.

Quizá una de las formas de infección de virus más común, sea descargar y abrir archivos adjuntos que vienen incorporados en nuestros correos electrónicos. Suelen ser de personas que no conoces personalmente. El simple hecho de abrir uno de estos archivos pegados a un email, aunque no sean del tipo ejecutables, pueden dejarnos adware, spyware, virus, o algún troyano. Puede que no nos demos cuenta en el momento, pero nos supondrá problemas en el futuro.

Descargarse material de sitios Web donde ofrecen programas desprotegidos o los crack para reventarlos, es bastante peligroso. Habitualmente, estas descargas van acompañadas de otros “programas” añadidos, que pueden contaminar nuestro ordenador. Debemos tener siempre un buen antivirus o programa anti-spyware preparado, para revisar lo que nos hemos bajado de Internet antes de utilizarlo. Si piden en uno de estos sitios que te registres, cuidado… no conveniente dar una dirección de correo que utilizas normalmente. Pueden empezar a “spamear” tu cuenta hasta dejarla prácticamente inservible.

Bajarse música o videos de fuentes desconocidas, es un riesgo a tener en cuenta. Esto no significa que no debas utilizar el ordenador e Internet para usar todos los servicios multimedia que ofrece la red, pero con cuidado. Cada vez que te bajes un archivo de música o película, pásale un antivirus. No cuesta nada y te ahorrarás disgustos a la larga.

Si realizas compras por Internet, entrega el número de tu tarjeta de crédito en sitios de confianza o con renombre. Por lo general, existen métodos seguros de proteger la compra/venta en la red, pero si no estamos seguros del sitio en el que queremos comprar, mejor dejarlo, o como mínimo informarse.

De la misma manera, no des tu cuenta de correo a la ligera. Lo mejor es tener uno o dos cuentas de correo gratuitas paralelas que no nos importen demasiado, y usarlas para actividades menos trascendentes. Si perdemos una siempre la podemos sustituir por otra rápidamente. Nuestra dirección de email oficial se puede reservar para cosas más importantes.

Hoy en día, la mayoría de los navegadores de Internet vienen con un bloqueador de ventanas pop-up, como es el caso de Firefox. Tener un buen control de esta funcionalidad es algo muy aconsejable aunque requiere cierta configuración ya que no queremos que nos impida ver ventanas necesarias. Lo más habitual es dejar que bloquee todo por defecto y posteriormente ir dando permiso a lo que creamos conveniente.

Cuando descargamos “demos” o muestras de prueba de programas, aunque sean de páginas oficiales, puede que nos estén instalando programas spyware sin nuestro permiso. Debemos siempre hacer un seguimiento de esto. Antes de probar dicho programa, deberíamos investigar en foros u otras Web, si al hacerlo cargamos algo “extra” en nuestro ordenador. Cuando lo desinstalemos o acabe el periodo de prueba, se debería pasar un programa especializado en adware o spyware.

Una navegación responsable no significa ir con miedo o ser paranoico mientras estamos conectados a la red, ni nos impedirá disfrutar de la maravilla de Internet. Siguiendo unos simples procedimientos de seguridad, nuestro ordenador y datos estarán seguros.

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