Configurando y poniendo en marcha una red de ordenadores segura en casa es una cosa – mantenerla segura es otra. Todo el trabajo duro que has hecho será para nada si no tienes cuidado de cómo usas Internet. Sin embargo, si sigues algunos sencillos procedimientos, reducirás las posibilidades de que la seguridad de tu red se vea comprometida.
El primer paso para no comprometer nuestra red, es evitar pinchar o abrir enlaces en nuestro correo electrónico o emails si desconocemos quién nos lo ha enviado. Incluso si conocemos el remitente, hay que tener cuidado ya que nos puede estar mandando un enlace con riesgos sin saberlo. El enlace nos puede estar llevando a un sitio Web con malware. Puede ocurrir que simplemente visitando la página Web, se inicie la descarga del programa dañino. Debemos decir a la gente que utiliza nuestra red en casa, que no pulse sobre enlaces que desconoce.
Algunas veces, algunos enlaces en páginas Web nos puede llevar a programas de riesgo. Puede que pulsas sobre un enlace pensando que vas a un sitio de Internet y puedes estar yendo a otro totalmente diferente. Algunos diseñadores de malware pueden incluso crear una copia de una página Web legítima y usarla para alojar toda clase de software y aplicaciones peligrosas para nuestra navegación.
Esto se llama spoofing. Afortunadamente, no es demasiado común, ya que los sitios legítimos toman acciones rápidas para descubrir y eliminar estas copias de sus sitios. Otra variante es el tristemente famoso “phishing”, donde la copia de la página sirve para que la víctima ingrese las contraseñas de su cuenta, normalmente bancarias y así permitir a los delincuentes hacerse con información privada.
Si quieres estar totalmente seguro de que estás visitando la página real que quieres desplegar en tu navegador, no deberías utilizar enlaces en absoluto, aunque en la vida real es bastante difícil evitar hacerlo. La manera más fiable de llegar a un sitio Web, es teclear la URL en la barra de direcciones del navegador. Incluso este método no es infalible, pero es la manera más segura de llegar al sitio Web que queremos ver.
Otra de las cosas con las que debemos tener cuidado son los servicios peer-to-peer. Como ya sabrás, estos servicios te permiten descargarte archivos alojados en los ordenadores de otros usuarios. Muchos de estos servicios se basan en una comunidad de usuarios para compartir archivos de todo tipo. Habitualmente, los programas que permiten este intercambio de información, crearán una carpeta compartida.
Cualquier fichero que esté dentro de esta carpeta, puede ser copiado por cualquier usuario y utilizado. Si no se tiene cuidado, podemos dejar archivos que no debería ver nadie en esta carpeta, o dejar compartida una carpeta donde guardamos información privada. Se debe tener cuidado con lo que compartimos con los programas P2P.
Puede parecer que los consejos que se han dado a lo largo del artículo sobre la seguridad en nuestra red casera, sea algo excesivo, pero piensa en lo importante que puede llegar a ser tu información personal. Si otra persona tiene accesos a esa información, tu identidad podría ser robada.
Un delincuente informático experto podría conseguir tu información bancaria, usar tu crédito y usar los ordenadores de tu red para atacar a otras redes o enviar millones de mensajes de spam. Aunque ninguna red está totalmente inmune a un ataque, siguiendo estos consejos reducirán enormemente el riesgo de comprometer nuestra red en casa o en la oficina.