Hemos hablado bastante en este blog sobre el almacenamiento de datos en la nube y lo que eso implica. Hoy en día casi todo se puede hacer online, y la mayoría de los datos que manejamos pueden alojarse en Internet. Esto nos permite tener acceso a nuestros datos en cualquier lugar del mundo.
La información que subamos a la nube puede ser privada o pública. Lo importe es que ya sea trabajo, informes, música, videos o lo que sea, lo vamos a tener en unos servidores que suelen ser muy seguros y fiables. Sin embargo, hay cosas que pueden ensombrecer nuestra experiencia en nube. Hablamos de la subida y bajada de datos cuando los necesitamos, y que no siempre funciona bien.
No solamente se trata de la subida y bajada de datos en forma de archivos, sino de aplicaciones y software que usemos. Aunque vivimos en una época de grandes velocidades en Internet, hay ciertas cosas que pueden impactar nuestra experiencia haciendo las cosas online.
Indice de Contenidos
1 – ¿Cómo entendemos la nube en la actualidad?

Como se ha dicho, la nube no se trata solo de almacenamiento. Nuestra vida ha dado un cambio espectacular en las últimas décadas, y hacemos muchas cosas online que antes eran impensables. Pagamos las cosas por Internet, incluidas las facturas y recibos. Vemos películas online y nos entretenemos con cosas que están en la nube mediante “streaming”.
Lo mismo pasa con los negocios, donde los datos de la compañía suelen estar disponibles en servidores privados. Esto permite que se pueda teletrabajar, y que los empleados lo hagan todo desde cualquier parte. Incluso las reuniones se pueden hacer de forma virtual en todos los sentidos.
Cuando hablamos de la nube, ya no se trata de tener una lista de reproducción o nuestro correo electrónico disponible. Ya hablamos de tener cosas muy importantes en nuestro día a día que pueden afectar nuestra vida. Ya no tienen tanto sentido tener datos almacenados en el disco duro de nuestro ordenador.
Todo esto hace que sea más importante que nunca poder acceder a los datos sin problemas. Muchas veces poner tener esos datos disponibles es vital para nuestro negocio o hacer pagos importantes que nos afectan. Aunque siempre hay alguna alternativa, no es tan eficaz como tener todo online y en el mismo momento.
2 – las categorías de los datos en la nube

Posiblemente ya sepas que hay varios servicios en la nube, y cada uno de ellos funciona de diferente manera cuando se trata de la subida y bajada de datos. Básicamente se trata de la forma que se tiene de interactuar con los datos.
Hay tres servicios principales que merece la pena explicar y entender como afecta a la subida y bajada de datos.
SaaS (Software-as-a-Service)
En el caso de Saas los programas y aplicaciones en Internet están gestionados por el proveedor de la nube.
Normalmente estos servicios incluyen correo, software que se maneja desde el servidor y aplicaciones corporativas. Es uno de los accesos a la nube más sencillos, pero también es el que menos control ofrece. Dicho de otra manera, no hay funciones que controlen los que se sube o descarga de la nube.
PaaS (Platform-as-a-Service)
En el caso de PaaS se entrega al usuario acceso al hardware y los programas de la plataforma. Con esto ya puede instalar y cargar el software que quiera. Se pueden incluso montar plataformas Web para ofrecer servicios a otros clientes. Este medio da más control al usuario, pero hay que tener ciertos conocimientos técnicos.
IaaS (Infrastructure-as-a-Service)
El servicio IaaS da la posibilidad de tener varios servidores, tanto físicos como virtuales. Esto permite tener grandes cantidades de espacio de almacenamiento, como también control de la red de datos. El control es casi total para el usuario ya que básicamente se está alquilando una parte de la red de datos del proveedor.
El control es mayor, pero toca hacer la mayor parte del trabajo para ponerlo en marcha. Eso significa configurar los servidores e instalar todas las aplicaciones que se necesiten.
IaaS puede ser usado de forma pública, privada o de ambas maneras. Es perfecto para compañías que quieran tener presencia en la red y ofrecer sus servicios a clientes.
También está la posibilidad de tener una combinación de varios de los tres servicios descritos antes. Esto puede llevar a ciertos problemas de subida y bajada de datos. Cada servicio tiene sus beneficios e inconvenientes, y al usarlos conjuntamente también pueden sumar más problemas.
El hecho de que los servicios tengan que estar manejados por el proveedor o el cliente (dependiendo del servicio), puede resultar en malas configuraciones o incompatibilidades de software, hardware y otras cosas.
3 – La seguridad en la nube
Cuando hablamos de seguridad en la nube, se habla de muchas cosas. Ya no es solo que consigan las contraseñas de acceso o se “cuelen” en tus cuentas, sino que los datos y aplicaciones no queden expuestos a todo el mundo.
Un fallo de seguridad es algo que afecta negativamente la subida y bajada de datos en la nube. El ejemplo más claro que tenemos son los ataques de denegación de servicio, lo cual compromete el acceso a todo lo que tenemos en Internet. Si un atacante llega a tener acceso a nuestras cuentas en la nube, podría cambiar información o mover todos los datos a otra cuenta para analizarlo más tarde.
Precisamente la seguridad es una de las cosas que más debería preocupar a la gente, y no siempre es así. Aunque es cierto que el proveedor de la nube suele dar un mínimo de garantías de seguridad, no es infalible.
Aparte de la seguridad del proveedor, es aconsejable integrar medidas de seguridad adicionales en lo que tengamos en la nube. No solo lo que esté en Internet, sino en los ordenadores y equipos que solemos manejar de forma local. Si uno de nuestros ordenadores queda comprometido, puede ser una vía de acceso a lo que se tenga en la nube.
Aunque es muy difícil tener una red segura al 100%, se puede conseguir una buena protección mediante firewalls, programas de protección, encriptaciones y backups frecuentes.
También hay que tener responsabilidad y criterio a la hora de hacer las cosas. ¿De qué vale tener la mejor protección del mundo si luego se tienen comportamientos de riesgo? El llamado phishing es uno de las amenazas más grandes cuando se trata de robar datos. El problema es que usan métodos de engaño cada vez más sofisticados para conseguir los datos. Por eso hay que estar siempre atentos a estas técnicas para robar información.
4 – Ancho de banda contratado

Cuando se contraten servicios en la nube, hay que ver si el ancho de banda contratado servirá para las cosas que queremos hacer. No es lo mismo subir unas pocas fotos o archivos de texto, que programas de software o videos de gran tamaño. El ancho de banda es otro de los posibles problemas a la hora de la subida y bajada de datos en Internet.
La mayoría de proveedores ofrecen planes muy generosos con el ancho de banda. En principio no se debería tener problema si se quiere usar en modo usuario. Sin embargo, cuando se necesitan la nube para temas más complejos, hay que tener en cuenta la “autopista” que necesitaremos para subir y descargar los datos.
Mucha gente no tiene en cuenta este análisis sobre el ancho de banda que necesitará. Se suelen encontrar el problema cuando ya está sucediendo. Para evitarlo, hay que hacer estimaciones antes de contratar nada. Aunque siempre queda la posibilidad de contratar más ancho de banda después de detectar el problema, algunas veces el presupuesto se dispara por no haberlo estimado antes.
Por tanto, el mejor consejo que podemos dar es hacer un estudio de lo que se necesita antes de contratar. No solo eso, sino que también se haga una estimación de lo que hará falta en unos años. De esta manera estaremos un paso adelante a las necesidades. No habrá sorpresas en el funcionamiento y ni en el dinero que nos costará.
5 – Problemas de red
Está claro que cuando hablamos de los datos en la nube, estamos hablando de redes de Internet. Al final todo es un conjunto de servidores y máquinas remotas que se encuentran en algún punto lejano.
Si alguno de estos servidores remotos tiene un problema de red, la subida y bajada datos en la nube se verá comprometido. Ya no es solo que alguna máquina tenga problemas, sino que haya una congestión de red. En este sentido, el punto anterior sobre el ancho de banda es importante.
No solamente los problemas técnicos pueden dañar nuestro acceso a la nube. También tenemos otros problemas en potencia como son los desastres naturales, la meteorología y otras cosas que se escapan a nuestro control. Las tormentas eléctricas pueden provocar problemas en los centros de datos, o incluso los medios que transfieren los datos (antenas, routers, etc.).
¿Crees que exageramos cuando decimos que el tiempo puede perjudicar la subida y bajada de datos en la red? Si es así, te sorprenderá saber que en el pasado las tormentas eléctricas han sido las culpables de tirar abajo las redes de grandes compañías muy conocidas.
Aunque hoy en día ya hay muchos más medios para proteger las redes de toda clase de problemas, no es suficiente. El error humano sigue siendo uno de los principales motivos de caídas de red, pero le siguen las tormentas, huracanes, terremotos y otros desastres naturales.
La mejor protección contra los posibles problemas de red es hacer backups con mucha frecuencia. Es algo que ya hacen los proveedores para mantener seguros los datos, pero es buena idea hacerlo por nuestra cuenta también. Más vale que haya más de una copia de nuestros datos que luego encontrar que no hay ninguna. La prevención sigue siendo la mejor estrategia contra los problemas de red.