Si recuerdas los días de Atari y ‘Pong’, seguramente recordaras el primer sonido de los ordenadores, el cual era un simple beep. Los ordenadores más antiguos solo podían hacer este sonido aunque tenían un rango de variaciones para estos beep, los cuales eran usados para avisar al usuario que algo no marchaba bien. Los técnicos variaban la frecuencia y longitud de estos pitidos para diferenciar el tipo de error que estaba ocurriendo.
Hoy en día, las modernas tarjetas de sonido permiten a los ordenadores reproducir sonido 3-D, el cual es utilizado extensivamente por juegos, reproducir DVDs, música con una calidad impresionante, e incluso se pueden realizar grabaciones profesionales en casa como si de un estudio se tratara. Muchos grupos de música pueden ya grabar sus primeras maquetas con solo un ordenador y una buena tarjeta de sonido.
La función más básica de una tarjeta de sonido, es transformar las ondas de sonido analógico a datos digitales que el ordenador puede manipular. Aunque esto as así para la mayoría de tarjetas, hay que recordar que no todos estos dispositivos son creados de igual manera, y dependiendo de lo que necesites, tendremos que considerar ciertos puntos si vamos a comprar una.
Una primera consideración es tener en cuenta el bit-rate o tasa de bits de la tarjeta. No importa el uso que harás de la tarjeta ; el bit-rate afectará la forma de disfrutar de su sonido. Normalmente, estas tarjetas tienen una tasa entre 6 y 8 bits, sin embargo, la tecnología moderna soporta una calidad de sonido de 24 bits.
Aunque no parezca que haya mucha diferencia entre estos valores, debemos recordar que el término bit-rate está directamente relacionado con la claridad y calidad que escucharas en los sonidos. De igual manera que la resolución de un gráfico se mide en pixeles, la limpieza y claridad del sonido se expresa con el bit-rate.
Considera también las conexiones de la tarjeta de sonido. En un nivel básico, estas tarjetas permitirán la conexión de un micrófono y unos altavoces. Sin embargo, para aquellos que necesitan más conexiones para otros usos ya sean por diversión o profesionales, se han creado un amplio conjunto de conexiones adicionales de entrada y salida. Por ejemplo, dependiendo de la tarjeta de sonido, se ofrecen múltiples entradas de altavoces para soportar 3-D y sonido surround.
Otras conexiones permiten la conexión de sintetizadores y otros instrumentos electrónicos directamente a la tarjeta de sonido. Estos conectores tienen el nombre de MIDI (musical instrument digital interface). También puede venir provista de conectores USB los cuales permiten la conexión de equipos externos como videos, cadenas de música, etc.
Una cosa que tenemos que tener en cuenta, es la compatibilidad con el software que usas. La tarjeta de sonido está diseñada para entregar la parte de audio en los datos que pasan por el ordenador, pero si no soporta el software que tienes instalado, puede ser frustrante. Por ejemplo, si usas el ordenador principalmente para jugar online o en local, seguramente estarás usando DirectX.
Este software es un estándar en los juegos para Windows, y es actualizado frecuentemente por Microsoft. Si compras un modelo de tarjeta algo antiguo, puede que no soporte el software la última actualización y sea inservible. Es importante leer las especificaciones de lo que vas a comprar para no encontrarte con sorpresas de última hora.
Hoy en día existen muchos y variados modelos de tarjeta a diferentes precios, y de diferente calidad, aunque si lo miramos de una forma global, los precios son asequibles para casi todo el mundo. Dada la competencia y la abundancia de marcas, normalmente no tendremos problemas al comprar nuestra tarjeta de sonido. Solo habrá que tener en cuenta los puntos anteriormente explicados para poder sacar el mayor partido a nuestro equipo.