Sin tu teclado de ordenador, ya sea de un ordenador tradicional o uno portátil, es bastante difícil hacer muchas cosas a las que están acostumbrado cuando estás sentado enfrente de tu equipo. Incluso puede que fuera complicado llegar a este artículo. Por supuesto, puede ser que hayas puesto esta Web en favoritos y usado el ratón para ir pinchando por varios enlaces hasta llegar.
Sin embargo, en muchas ocasiones simplemente tecleamos la dirección Web en nuestro navegador para llegar a las páginas Web que queremos. La gran mayoría de nosotros usamos nuestro teclado todos los días para escribir correos electrónicos, realizar documentos, navegar por Internet y hacer búsquedas.
Por muy fácil que pueda parecer, teclear es una habilidad que debemos aprender y practicar para poder realizarla correctamente y con fluidez. Si teclados, la comunicación entre empresas, negocios, amigos, familiares, etc. sería mucho menos fluido y dinámico. Incluso en los llamados teléfonos inteligentes, hay integrados pequeños teclados.
Estos teléfonos están muy orientados en emails y mensajes de texto. Esto se ha convertido hoy en día en un gran negocio, donde hay verdaderos expertos en mandar infinidad de mensajes en poco tiempo. No todo el mundo tiene la misma habilidad, y hay personas que tienen en problema de tener los dedos demasiado grandes para poder teclear en estos teléfonos o PDAs.
Para poder solucionar este último problema, algunos fabricantes han desarrollado unos teclados láseres virtuales que acompañan a algunos dispositivos de llevar en mano. En lugar de tener que seleccionar cuidadosamente las teclas que quieren pulsar en el teclado del dispositivo, un teclado láser virtual se conecta con el teléfono o PDA, y proyecta un teclado de tamaño natural en una superficie plana. ¿Cómo funciona esto? Pues de la siguiente manera…
En sus principios más básicos, todos los teclados – ya sean físicos o virtuales – son dispositivos de entrada. Una vez que has tecleado un número de caracteres, le está diciendo al teclado que envíe un comando a tu ordenador. Esto te permite escribir en un documento de texto, cerrar un programa o escribir la URL de una Web en un navegador. Pero aparte del elemento de ciencia-ficción que nos habrá venido a la mente, ¿qué es lo que diferencia un teclado virtual de un teclado normal?
Un teclado tradicional – uno que se conecta a la CPU o está integrado en un portátil – es por si mismo como un pequeño ordenador. Si los abres y miras en su interior, tiene un procesador y circuitos como en un ordenador. Debajo de cada tecla hay una serie de circuitos, que al ser pulsada, es conmutada. Esto hace que se envíe una pequeña carga eléctrica por los circuitos donde el procesador lo reconoce y lo analiza.
A su vez, el procesador envía la información de las teclas al ordenador, y lo puede hacer de varias maneras. Los teclados más comunes conectan con el ordenador mediante un cable a un puerto del ordenador, aunque cada vez están más de moda los teclados inalámbricos que eliminan la necesidad de cables. Los teclados de portátiles conectan directamente al hardware del ordenador.
Cuando tecleas en un teclado virtual láser, no hay conmutadores por medio. De hecho, no hay partes móviles mecánicas por medio. El dispositivo proyecta la imagen de un teclado en una superficie plana no reflectable usando un diodo láser rojo.
El láser, similar al que puedes ver en los punteros típicos que utilizan los profesores u oradores, brilla a través de un elemento óptico deflectivo, el cual es simplemente una pequeña imagen de un teclado. Esta imagen, con una lente óptica especial, expande la imagen a un tamaño adecuado para nuestro uso, y lo proyecta sobre una superficie.
Sin embargo, una simple imagen de un teclado no te llevará a ningún sitio – algo necesita analizar la información que estás tecleando en la imagen. Situado cerca del fondo del dispositivo, hay un diodo láser infrarrojo, el cual lanza un pequeño haz de luz infrarroja. Este haz de luz invisible corre paralelo a la superficie, y se localiza a solo unos milímetros de la imagen del teclado. Cuando empiezas a teclear, pasas el dedo en ciertas zonas del haz infrarrojo.
Un semiconductor complementario de óxido de metal llamado CMOS, coge imágenes de las posiciones de tus dedos en el área del teclado, y un sensor especial analiza la localización de las teclas que queremos seleccionar. Entonces el dispositivo envía la información al ordenador para que reciba las órdenes.
Entonces, ¿Cómo usamos un teclado láser de estas características? Haz clic en el botón para ver la segunda parte del artículo: