Un test de estabilidad es algo muy importante para probar programas de software, CPUs, o cualquier componente que pueda tener una tarjeta de video. La idea es poner a prueba un componente para poner su rendimiento al máximo y determinar como funciona bajo presión. De esta manera se pueden definir parámetros de rendimiento.
Hay varios usos para las pruebas de estabilidad, donde las hay que son de rutina y hechas durante el periodo de desarrollo del producto, y cuando se quieres comprobar las limitaciones para hacer ciertas modificaciones.
En un test de estabilidad se lleva a los componentes al punto donde puede averiarse para ver en que punto puede pasar esto. También sirve para saber cuanto tiempo puede durar un elemento cuando está a tope, y qué errores da cuando finalmente se avería. Se utilizan un número de programas de ordenador para realizar estas pruebas, donde los técnicos que las realizan tienen que cargar el software en sus ordenadores y empezar a ejecutar las pruebas.
También se puede hacer de forma manual. Esto es muy importante cuando un producto nuevo está a punto de salir al mercado. Esto permite encontrar partes que hay que mejorar o modificar antes de venderlo.
Esta prueba es también parte las pruebas de calidad para mostrar a los clientes las capacidades del producto. De esta manera se les asegura que ha sido cuidadosamente comprobado antes de salir al mercado. Una de las pruebas más populares en este sentido es la comprobación de CPU. Se busca medir la estabilidad del procesador y también monitorizar como actúa cuando se incrementa el trabajo.
Para poner un ejemplo, si un procesador empieza a mostrar errores bajo una carga no demasiado grande, ya no importará que pueda averiarse con una carga grande, ya que los usuarios ya notarán los errores mucho antes de que se estropee. La mayoría de usuarios esperan hacer funcionar muchos programas a la vez que exigen mucho a la CPU. Por este motivo los test de estabilidad deben hacerse para mantener al usuario final contento.
También se puede usar para comprobar un sistema que ha sido configurado hace poco. En ocasiones también se pueden usar para hacer auditorías para verificar que la funcionalidad es la que se está buscando.
Desde el punto de vista de seguridad, se pueden identificar zonas de debilidad o que pueden ser vulnerables que pueden ser aprovechados por ataques o programas maliciosos. Por tanto, se puede ver que estos test son una parte importante de cualquier aplicación o software que se vaya a usar. Dicho de otra manera, nos puede ahorrar muchos problemas usando cualquier tipo de programa.