Los cartuchos de tinta para una impresora suelen ser algo caros. Dependiendo del modelo y tipo de impresora, nos puede salir por un montón de euros comprar un juego de cartuchos nuevos. Todo ello para seguir usando una impresora que puede que te haya costado menos de 200 euros. Por lo tanto, cuando se quiere aprovechar lo mejor posible el número de impresiones que quieres hacer con la tinta que tanto cuesta, puedes acabar preguntándote como sabe la impresora cuando se acaba cada cartucho. Antes de entrar en especificaciones, merece la pena saber que los fabricantes programan sus impresoras para que paren de usar los cartuchos que están bajos de tinta.
El motivo de esto es porque si los cartuchos de tinta se quedan totalmente secos, la parte plástica del cartucho se puede calentar demasiado y finalmente dañar o estropear la cabecera de impresión del equipo. En otras palabras, te puedes cargar la impresora en lugar de simplemente quedarse sin tinta. Dicho esto, considerando el precio de la tinta, es normal que se quiera aprovechar hasta la última gota de lo que hay en el cartucho.
La tinta suele ser tan cara en parte porque los fabricantes vender sus impresoras a un precio relativamente bajo a corto plazo sabiendo que ganarán dinero con la tinta a largo plazo.
Todo esto nos lleva a la siguiente conclusión: Si la tinta es una forma tan buena de generar ingresos para los fabricantes, claramente tienen una razón para incluir alguna forma de recordatorio de que se está acabando. Después de todo, si cambias los cartuchos cuando tienen todavía tienen ciertos niveles de tinta en su interior, las compañías de tinta tendrán incluso una tasa más elevada de ingresos. Sin embargo, estas compañías tampoco están al acecho para engañarte.
Detectores de niveles de tinta bajos
Por lo tanto, ¿Cómo exactamente sabe tu impresora si el cartucho de tinta tiene niveles bajos? Los diferentes fabricantes usan varios sistemas para saber esto. Algunas impresoras están equipadas con un chip integrado que le dice a la impresora si el cartucho correcto está instalado y también ayuda mantener un registro de la tinta que se ha usado. Una vez que el cartucho llega a su umbral de nivel bajo, el chip envía una alerta al ordenador y se puede ver un mensaje en la pantalla.
Otras marcas como Canon usan un sistema diferente. Cada impresora usa un sensor óptico donde brilla una luz a través de un prisma en el fondo del recipiente para el cartucho. Una vez que los niveles de tinta caen a un determinado nivel, un haz de luz rebota contra un sensor que hace saltar el mensaje de que hay que reemplazar el cartucho.
Otras impresoras construyen la cabecera de impresión directamente en el cartucho, por lo que no hay peligro de un daño permanente en la impresora si se acaba la tinta. Usan un chip parecido al explicado anteriormente, aunque en este caso rehúsan seguir imprimiendo páginas incluso si sigue quedando algo de tinta. En este caso no queda más remedio que cambiar el cartucho aunque quede algo de tinta.
Por supuesto, puede que te preguntes como de precisos son todos estos sistemas. Lo cierto es que la gran mayoría siempre dan la alerta cuando todavía queda tinta para hacer unas cuantas impresiones. Esto significa que una buena parte de la tinta se queda sin usar y es tirada, lo cual es algo que interesa a los fabricantes para vender más de este producto. Si es algo que te preocupa, lo mejor es investigar antes de comprar una impresora.
En general, cuanto más barata sea una impresora más cara será la tinta. Es mejor gastarse un poco más en uno de estos dispositivos y así el coste de la tinta se reducirá. También hay que considerar dejar la impresora encendida. Cada vez que se enciente uno de estos equipos, entra en un modo mantenimiento y puede hacer uso del cartucho de tinta, lo cual la va gastando poco a poco. Imprime solo cuando lo necesites y deja la impresora encendida. Esto te ayudará a ahorrar algo de dinero a largo plazo.
