Hoy en día, lo más usual es tener una o varias impresoras en el trabajo y en casa. Esto es bastante normal dado que los precios son bastante asequibles y los modelos de impresora muy variados. Sin embargo, muchas personas tienden a ignorar los elementos que forman los dispositivos que compran, y esto es bastante cierto cuando hablamos de los toner de impresora. Mientras funciona, no hay problemas, pero el día que debemos cambiarlo o recargarlo, un misterioso mundo se abre delante de nosotros.
En muchos casos, la extensión de nuestro conocimiento esta limitado a saber cuando debemos hacer este cambio de toner, y realmente esto solucionará el problema, pero deberíamos saber un poco más acerca de esta importante pieza interna.
Los toner de impresora contienen tinta – ya sea líquida o en polvo – que permiten imprimir los documentos que tenemos almacenados en nuestro ordenador. Cuando elegimos la opción de imprimir en nuestro ordenador, una señal es enviada a la impresora, y la tinta es liberada con toda la gama de colores, reproduciendo exactamente el documento original.
Cada impresora viene equipada con un toner compatible integrado. Dependiendo del volumen de nuestras impresiones, este toner se tendrá que cambiar periódicamente. Usualmente lo más sencillo es comprar otro cartucho que sustituirá al antiguo, teniendo la posibilidad de devolver el vacío, y en ocasiones a cambio de una cantidad de dinero.
Por supuesto, cuando se decide cambiar el toner la mayoría de la gente decide elegir la del fabricante de la impresora. El toner de impresora específico compatible con nuestra impresora, viene con un número de producto que ayudará a localizarlo rápidamente. Puede ser una opción algo más cara que comprar una alternativa genérica, pero te asegurarás de conseguir la calidad que tu impresora necesita. Toner de baja calidad, aun siendo más baratos, pueden dañar tu impresora. Esto no quiere decir que no se puedan encontrar toner de impresora de buena calidad y a precios razonables. Hay marcas genéricas que ofrecen una alta calidad a un coste muy razonable. La clave es tratar con una marca perteneciente a una compañía conocida y con una buena reputación que de garantías del producto que está vendiendo.