tiempo cosmico

En los anteriores artículos hemos hablando de los viajes en el tiempo, tanto al futuro como al pasado, pero ¿realmente tenemos que depender de una tecnología hecha por el hombre para lograrlo? Como ya se ha comentado de refilón en el anterior artículo, hay teorías que dicen que si circulamos un agujero negro el tiempo suficiente, el tiempo de dilación gravitacional nos llevará al futuro. ¿Pero qué pasaría si fuéramos directamente dentro de este fenómeno cósmico?

La mayoría de los científicos coinciden en que el agujero negro probablemente nos aplastaría, pero hay una variedad de agujero negro que quizá no lo haga, y es el anillo de Kerr. En los años sesenta, el matemático neozelandés Roy Kerr propuso la primera teoría realística para un agujero negro rotacional. El concepto se basa en las estrellas de neutrones, que son estrellas masivas colapsadas del tamaño de una provincia pequeña pero con la masa del sol de la Tierra.

Este matemático postuló que si las estrellas que se mueren colapsan en un anillo rotatorio de estrellas de neutrón, su fuerza centrífuga podría prevenir que se convirtieran en una singularidad. Al no tener este agujero negro una singularidad, Kerr creía que podría ser seguro entrar sin peligro en la fuerza central en uno de estos agujeros negros.

Si el agujero negro de Kerr existe, los científicos especulan que al pasar a través de el, se podría salir por un agujero blanco. Piensa en esto último como el tubo de escape del agujero negro. En lugar de absorber todo dentro de su cambo de fuerza gravitacional, el agujero blanco empujaría todo hacia afuera y lo alejaría – quizás en otro tiempo y otro universo.

De todos modos, los anillos o agujeros de Kerr son pura teoría, pero si existieran, podrían ofrecer a los viajeros con un viaje de un solo sentido al futuro o al pasado… siempre en teoría. Mientras que una civilización muy avanzada, podría calibrar y controlar un método como este para realizar viajes en el tiempo, sería muy complicado decir donde un agujero negro de Kerr nos podría dejar.

De todos modos, los anillos de Kerr no son los únicos elementos de viaje cósmico que podrían llevarnos por el tiempo. A todos posiblemente nos suene lo que se llama agujeros de gusano.

La teoría de la relatividad permite la existencia de agujeros de gusano al decir que cualquier masa curva el espacio-tiempo. Para entender esta curvatura, hay que pensar en dos personas sosteniendo una manta y manteniéndola tensa por ambos extremos. Si una de las personas pusiera una pelota de tenis en la manta, el peso de la pelota haría que rodara hasta el centro de la manta, y causaría que la manta se curvara en ese punto.

Si ahora pusiéramos una canica en el borde de la misma manta, viajaría hacia la pelota de tenis debido a la curva. En este simple ejemplo, el espacio es reflejado como un plano en dos dimensiones en lugar de cuatro dimensiones.

Ahora imaginemos que la manta es doblada, dejando un espacio entre el tope y el fondo. Poniendo la pelota la parte superior causará una curvatura. Si una masa igual se pusiera en la parte del fondo de la manta en un punto que correspondiera con la pelota de la parte superior, la segunda masa finalmente coincidiría con la pelota de tenis. Esto es algo parecido a como los agujeros de gusano se podrían desarrollar. En el espacio, las masas que ejercen presión en diferentes partes del universo, podrían finalmente combinarse para crear una especie de túnel.

Es túnel podría (en teoría) unir dos tiempos separados entre ellos. Por supuesto, es también posible que alguna ley física que no conocemos impida que un agujero de gusano ocurra. Incluso si existiera, podría ser increíblemente inestable.

Según el astrofísico Stephen Hawking, los agujeros de gusano podrían existir en lo que se conoce como espuma cuántica, que es el entorno más pequeño del universo. En este lugar, pequeños túneles constantemente destellas por momentos y desaparecen de súbito.

Agujeros de gusano como estos podrían ser demasiado pequeños y breves para ser utilizado por humanos, aunque algún día se podría averiguar como capturarlos, estabilizarlos y hacerlos más grandes. De todos modos, si todo esto llega a lograrse, será con una tecnología que aun no tenemos, aunque nunca se sabe lo que nos depara el futuro… ¿o era el pasado?

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