Web semantica

En el año 1989, una personas llamada Tim Berners Lee, creo lo que se conoce como la WWW (World Wide Web), la cual podemos reconocer si miramos en la barra de direcciones de nuestro navegador. Lo creo como un interfaz para Internet y una manera para que la gente pudiera compartir información. Este importante creador disputa la existencia de la Web 2.0, diciendo que no es más que pura jerga. Comenta que creo la WWW para realizar todas las cosas que la Web 2.0 se supones que puede hacer.

Su visión del futuro de la Web es similar al concepto de la Web 3.0. Se llama la Web semántica. Hoy en día, la estructura de la Web está construida por humanos. Es fácil para nosotros llegar a un sitio Web y entender en qué consiste. Los ordenadores no pueden hacer eso. Un buscador puede escanear ciertas palabras clave, pero no puede comprender como son esas palabras usadas en el contexto de la página.

Con la Web semántica, los ordenadores pueden escanear e interpretar información en páginas Web usando agentes de software. Estos agentes serán programas que rastrearán la Web buscando información relevante. Podrán hacer esto porque las Webs semánticas tendrán colecciones de información llamadas ontologías.

En términos enfocados en Internet, una ontología es un archivo que define la relación entre un grupo de términos. Por ejemplo, el término “primo” define la relación familiar entre dos personas quién comparte unos abuelos. Una Web semántica podría identificar cada papel familiar de la siguiente manera:

  • os abuelos: Un ancestro directo a dos generaciones de distancia del sujeto.
  • Padres: Un ancestro directo a una generación directa del sujeto.
  • Hermano o hermana: Alguien que comparte los mismos padres que el sujeto.
  • Nieto: Hijo del hermano o hermana del sujeto.

Para que una Web semántica sea efectiva, las ontologías deben ser detalladas y comprensibles. En el concepto de Tim Berners Lee, debería existir en forma de meta data. Esto es información incluida en el código de una página Web que es invisible para los humanos (a no ser que leas el código fuente), pero leíble por los ordenadores.

Construir ontologías lleva mucho trabajo. De hecho es uno los obstáculos contra los que se enfrentan las Webs semánticas. ¿Querrá la gente realizar el esfuerzo de crear ontologías comprensibles para sus sitios Web? ¿Las mantendrán según el sitio web vaya cambiando? Algunos críticos sugieren que la tarea de crear y mantener estos archivos tan complejos es demasiado trabajo para algunas personas.

Por otra parte, hay gente que realmente le se entretiene poniendo etiquetas  y meta data de objetos e información. Las etiquetas que podemos ver en las cabeceras de las páginas Web son los puntos de entrada de esta información. Según algunos expertos, la Web 3.0 podrá buscar estas etiquetas y devolver los resultados más relevantes para ser mostrados al usuario. Puede que la Web 3.0 combine el concepto de Tim Berners Lee de Webs semánticas con la cultura de etiquetado de las Web 2.0.

Aunque la Web 3.0 es más una teoría que una realidad, no ha parado de hacer pensar a la gente qué es lo que vendrá después. Algunas de las sugerencias que se pueden oír, son las siguientes:

  • La red evolucionará en un entorno de tres dimensiones. Veremos una Web en 3D. Combinando elementos de realidad virtual, con los persistentes mundos de juegos online multijugadores, la Web se volverá un escenario digital que incorporará la ilusión de profundidad. Se podrá navegar desde una perspectiva en primera persona a través de la representación de uno mismo.
  • La Web se construirá en estructuras de computación distribuida y tendrá una naturaleza real de inteligencia artificial. En computación distribuida, varios ordenadores se hacen cargo de un trabajo de proceso largo y complicado. Cada ordenador se hace cargo de una pequeña parte de la tarea. Algunas personas creen que la Web podrá “pensar” distribuyendo el trabajo por miles de ordenadores y haciendo referencias a ontologías existentes. La Web se convertirá en un gigantesco cerebro capaz de analizar datos y extrapolar nuevas ideas basadas en esa información.
  • La Web se extenderá más allá de los ordenadores y los teléfonos móviles. Todo aparato, desde los relojes a las televisiones, podrán conectarse a Internet. El usuario tendrá una conexión continua a la red. Cada agente de software del propio usuario, aprenderá más de su usuario  respectivo, observando sus actividades.

Es demasiado pronto para poder decir si algunas de estas funciones se harán realidad. Puede ocurrir que el futuro real de la Web sea incluso más extravagante que muchas de las predicciones. Esperemos que cuando todo eso llegue, todos estemos de acuerdo de cómo llamarlo.

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